Si buscas una escapada con niños que combine paisajes de cuento, pueblos auténticos y el encanto de viajar en tren, Galicia es una mina de oro. Aquí no hace falta inventar excusas para subirse a un tren turístico: los peques alucinan, los mayores desconectamos y, de paso, descubrimos rincones gallegos que no salen en las guías de siempre. Te cuento mi ruta favorita para recorrer pueblos gallegos en tren turístico, con paradas que tienen alma, sabor y muchas ideas para que los críos disfruten (y tú también).
¿Dónde hay trenes turísticos en Galicia para ir con niños?
Galicia tiene varios trenes turísticos pensados para familias, pero hay dos zonas que se llevan la palma: las Rías Baixas y la Ribeira Sacra. En estas rutas, los trenes no solo atraviesan paisajes espectaculares, sino que paran en pueblos donde la vida va a otro ritmo y la hospitalidad es de verdad. Apunta estos imprescindibles:
- Tren turístico de la Ribeira Sacra: Recorre el cañón del Sil y pueblos como Monforte de Lemos, Castro Caldelas y A Peroxa.
- Tren turístico de las Rías Baixas: Une localidades como Cambados, O Grove, Combarro y Sanxenxo, con vistas al mar y paradas en villas marineras.
- Tren turístico de Ourense: Sale de la ciudad y te lleva por termas, viñedos y pueblos como Ribadavia.
Estos trenes suelen funcionar en temporada alta (verano, puentes y festivos), pero te recomiendo reservar con antelación porque las plazas vuelan, sobre todo si viajas en familia.
Ruta recomendada: de Monforte de Lemos a Castro Caldelas en el tren turístico de la Ribeira Sacra
Esta ruta es un acierto seguro si viajas con niños. El trayecto en tren panorámico arranca en Monforte de Lemos, la capital ferroviaria de Galicia, y serpentea entre viñedos, miradores y pueblos con historia. Los vagones son cómodos, el paisaje va cambiando a cada curva y las paradas están pensadas para que los peques no se aburran.
Monforte de Lemos: punto de partida con sabor ferroviario
Antes de subir al tren, date una vuelta por el casco antiguo de Monforte. El Museo del Ferrocarril es un planazo para familias: locomotoras antiguas, vagones restaurados y la historia del tren en Galicia contada para todos los públicos. Si tienes tiempo, sube al Parador (el castillo) para ver el valle desde arriba. Y desayuna bien: la ruta promete emociones.
Parada en Os Peares: el pueblo de los cuatro puentes
El tren hace una parada breve en Os Peares, un pueblo curioso donde confluyen dos ríos y cuatro puentes. Es un sitio perfecto para estirar las piernas, sacar fotos y ver cómo el Miño y el Sil se abrazan. Si los niños son de los que preguntan por todo, aquí tienen tema: ¿por qué hay tantas vías y puentes? ¿Cómo se cruzan los trenes?
Castro Caldelas: castillo, calles empedradas y magia gallega
La joya de la ruta es Castro Caldelas. El tren te deja a un paso del castillo medieval, que se puede visitar por dentro (hay armaduras, mazmorras y hasta pasadizos secretos). El pueblo es pequeño pero tiene mucho encanto: calles empedradas, panaderías con bica recién hecha y vistas a la Ribeira Sacra que quitan el hipo. Si te apetece caminar, hay rutas sencillas señalizadas, ideales para ir con niños. Y si pillas alguna fiesta local, mejor que mejor: los gallegos saben montar saraos para todas las edades.
Consejos prácticos para viajar en tren turístico con niños en Galicia
- Reserva online en la web de Renfe o de los trenes turísticos de Galicia. Los billetes suelen incluir las visitas guiadas y las degustaciones (sí, también hay para peques).
- Lleva algo de picoteo y agua. Aunque hay paradas, los horarios a veces se alargan y los niños pueden tener hambre entre medias.
- Ropa cómoda y una chaqueta, incluso en verano. En Galicia el tiempo cambia más que la opinión de un gallego sobre el pulpo.
- Carrito plegable si viajas con bebés. Los trenes suelen tener espacio limitado, pero en los pueblos hay cuestas y empedrados.
- Cámara o móvil a mano: los paisajes de la Ribeira Sacra y los pueblos gallegos merecen foto tras foto.
¿Qué otros pueblos gallegos puedes visitar en tren turístico?
Si te animas a explorar más allá de la Ribeira Sacra, apunta estas rutas alternativas:
- Combarro: Desde Pontevedra, el tren turístico te deja en este pueblo marinero famoso por sus hórreos junto al mar. Es como un decorado de película, pero real.
- Cambados: Capital del albariño, pero también un sitio genial para pasear con niños entre pazos y plazas animadas.
- O Grove y la Isla de La Toja: El tren turístico cruza el puente y puedes combinarlo con un paseo en barco para ver mejilloneras y delfines.
- Ribadavia: Desde Ourense, el tren te acerca a este pueblo con castillo, barrio judío y la mejor empanada de la zona.
Estas rutas suelen estar pensadas para familias, con paradas adaptadas y actividades para niños en temporada alta.
Preguntas frecuentes sobre trenes turísticos y pueblos gallegos para ir con niños
¿Cuánto dura el viaje en tren turístico por la Ribeira Sacra?
La ruta completa suele durar unas 5-6 horas, contando paradas y visitas. Es tiempo suficiente para disfrutar, pero sin que los peques se agobien.
¿Se puede llevar carrito de bebé en el tren?
Sí, pero mejor plegable. Los trenes turísticos gallegos no son AVE, el espacio es limitado y hay que compartir con otras familias.
¿Hay baños en los trenes turísticos?
Normalmente sí, pero conviene preguntar al reservar, porque algunos trayectos cortos solo tienen baños en las estaciones o en las paradas principales.
¿Qué edad es la ideal para este tipo de rutas?
Desde los 3-4 años ya lo disfrutan mucho. Si tus hijos son de los que se fascinan con trenes, locomotoras, castillos y pueblos de cuento, acertarás seguro.
Mi consejo: haz la ruta a tu ritmo y disfruta sin prisas
Galicia es tierra de trenes, pueblos con historia y paisajes que se quedan en la retina. Viajar en tren turístico con niños es una forma diferente de descubrirla: menos estrés, más momentos en familia y recuerdos que valen oro. Si puedes, combina el tren con alguna noche en los pueblos: dormir en una casa rural en la Ribeira Sacra o cerca de Combarro es el broche perfecto. Y si tienes dudas, pregunta a los locales: aquí la gente es de las que te recomienda el mejor sitio para merendar, aunque no salga en Google Maps.
Así que ya sabes: reserva, súbete al tren y déjate llevar por los pueblos gallegos. Los niños lo recordarán y tú, también.