Si tienes la suerte de viajar a Bali y solo cuentas con cinco días, te entiendo: la isla de los dioses es un universo en sí misma, pero con buena organización puedes exprimir cada jornada y volver con la sensación de haber vivido algo grande. Aquí te cuento cómo aprovechar al máximo una ruta de cinco días por Bali, combinando playas de postal, templos con historia y esos arrozales que parecen sacados de un sueño. Todo probado en primera persona, sin perder el tiempo en sitios que no merecen la pena y con consejos prácticos para moverte como un local.
¿Cómo organizar 5 días en Bali para no perderte lo imprescindible?
La clave está en dividir el viaje en zonas y evitar trayectos eternos. Bali puede parecer pequeña en el mapa, pero el tráfico y las carreteras hacen que moverse de un lado a otro lleve más tiempo del esperado. Lo ideal es elegir dos bases: una en el sur (por ejemplo, Uluwatu o Seminyak) para las playas y otra en el centro (Ubud) para templos y arrozales. Así, te ahorras horas en la carretera y puedes dedicar más tiempo a disfrutar.
Día 1: Playas del sur, atardecer en Uluwatu y cena con vistas
Empieza fuerte en la península de Bukit, al sur de la isla. Aquí están algunas de las mejores playas de Bali:
- Padang Padang Beach: Pequeña, con aguas turquesas y rodeada de acantilados. Llega pronto para evitar multitudes.
- Bingin Beach: Mi favorita para ver el ambiente surfero y relajarte con un coco en la mano.
- Dreamland Beach: Arena blanca y olas potentes, ideal si buscas menos gente.
Por la tarde, visita el Templo de Uluwatu. Está en lo alto de un acantilado y el atardecer aquí es de película. Ojo con los monos, que tienen más morro que vergüenza. Para cenar, reserva en un warung con vistas al mar o prueba el pescado fresco en Jimbaran Bay, con los pies en la arena.
Día 2: De Seminyak a Canggu, surf y ambiente local
Arranca el día en Seminyak, donde puedes desayunar en uno de sus cafés modernos y pasear por la playa. Si te va el surf o quieres aprender, esta zona es perfecta para pillar olas suaves. Después, pon rumbo a Canggu, el epicentro del rollo bohemio en Bali:
- Echo Beach: Buen ambiente, chiringuitos y surfistas en acción.
- Tanah Lot: Uno de los templos más icónicos de Bali. Mejor visitarlo al atardecer, cuando la luz dorada lo envuelve y la marea sube.
La tarde es para perderte por las calles de Canggu, entre tiendas locales y cafeterías con encanto. Si quieres fiesta, aquí hay bares con música en vivo y ambiente joven.
Día 3: Ubud y los arrozales más bonitos de Bali
Ubud es el corazón cultural y verde de la isla. Te recomiendo madrugar para evitar el calor y las aglomeraciones. Estos son los imprescindibles:
- Arrozales de Tegallalang: El paisaje más famoso de Bali. Puedes recorrerlos a pie y, si te animas, probar uno de los columpios sobre el valle.
- Monkey Forest: Un bosque sagrado lleno de monos (cuidado con tus gafas y mochilas) y templos entre la vegetación.
- Mercado de Ubud: Perfecto para comprar artesanía, especias o algún recuerdo auténtico.
Termina el día con una clase de yoga o un masaje balinés, que aquí son auténticos y a precios muy razonables.
Día 4: Templos y cascadas en el centro de Bali
Hoy toca descubrir el lado más espiritual y natural de la isla. Alquila una moto o contrata un conductor para visitar:
- Templo de Tirta Empul: Famoso por sus aguas sagradas donde locales y viajeros se purifican. Si te animas, lleva ropa de baño y respeta las normas del templo.
- Gunung Kawi: Un conjunto de templos excavados en la roca, rodeados de arrozales y palmeras.
- Cascada Tegenungan: Ideal para refrescarse y sacar fotos espectaculares. Llega temprano para disfrutarla casi en soledad.
Por la tarde, puedes explorar algún pueblo cercano como Penglipuran, conocido por su arquitectura tradicional y su ambiente tranquilo.
Día 5: Ruta por el norte de Bali y despedida en Lovina
El norte de Bali es menos turístico y más salvaje. Si te apetece ver otra cara de la isla, este es el plan:
- Ulun Danu Bratan: El templo flotante sobre el lago Bratan, rodeado de montañas y niebla. Es uno de los lugares más fotogénicos de Bali.
- Arrozales de Jatiluwih: Patrimonio de la UNESCO, menos masificados que Tegallalang y con rutas para caminar entre terrazas infinitas.
- Lovina Beach: Famosa por sus delfines y sus atardeceres tranquilos. Si tienes tiempo, puedes hacer una excursión en barco al amanecer para verlos nadar en libertad.
Termina el viaje cenando pescado fresco junto al mar o, si vuelves al sur, regálate una última puesta de sol en algún beach club de Seminyak.
Consejos prácticos para moverte y disfrutar Bali en 5 días
- Alquiler de moto: Es la forma más rápida y barata de moverte, pero solo si tienes experiencia. El tráfico es caótico y las normas, flexibles.
- Contratar conductor: Si sois varios o prefieres comodidad, puedes negociar un coche con conductor para todo el día. Sale bien de precio y te olvidas del GPS.
- Respeta la cultura: En templos, lleva sarong (te lo prestan en la entrada) y cúbrete hombros y piernas. Saluda con una sonrisa y no pierdas la paciencia, aquí todo va a otro ritmo.
- Evita los tours masivos: Bali es mucho más que los sitios de Instagram. Habla con locales, prueba la comida callejera y piérdete por caminos secundarios.
- Cuida el entorno: No dejes basura y respeta la naturaleza, sobre todo en playas y arrozales.
Preguntas frecuentes sobre qué ver en Bali en 5 días
- ¿Es suficiente 5 días para conocer Bali? No verás todo, pero sí lo más esencial si organizas bien la ruta y eliges bien tus paradas.
- ¿Dónde alojarse para aprovechar el tiempo? Mi consejo: una base en Uluwatu o Seminyak para el sur y otra en Ubud para el centro y norte.
- ¿Hace falta visado para Bali? Para españoles, no hace falta visado para estancias turísticas de menos de 30 días (consulta siempre antes de viajar por si hay cambios).
- ¿Cómo es el clima en Bali? Hay dos estaciones: seca (abril a octubre) y lluviosa (noviembre a marzo). Para una escapada de 5 días, mejor entre mayo y septiembre.
- ¿Se puede pagar con tarjeta? En la mayoría de hoteles, restaurantes y tiendas sí, pero lleva algo de efectivo para mercados y warungs pequeños.
En resumen: Bali en cinco días es una aventura intensa, pero posible. Si te organizas bien, puedes disfrutar de playas de ensueño, templos con historia y arrozales que te dejan sin palabras. Y, sobre todo, volver con la sensación de haber vivido la isla de verdad, sin prisas y sin postureo.