Si tienes cinco días para exprimir Seúl, prepárate para una ciudad que nunca se detiene, donde lo tradicional y lo moderno se dan la mano en cada esquina. Aquí no hay tiempo que perder: desde templos milenarios hasta barrios futuristas, mercados callejeros, miradores y rincones secretos, Seúl tiene planes para todos los gustos y energías. Te cuento cómo organizar tu viaje para sacarle el jugo a cada jornada, sin postureos y con recomendaciones que funcionan de verdad.
Itinerario de 5 días en Seúl: rutas imprescindibles y rincones con alma
Organizar qué ver en Seúl en cinco días puede parecer un reto, pero con un poco de orden, puedes llevarte una visión auténtica de la ciudad. Te propongo un itinerario flexible, mezclando clásicos y sitios menos trillados, para que vivas Seúl como un local curioso.
Día 1: El corazón histórico de Seúl
Empieza por el Palacio Gyeongbokgung, el más grande y emblemático de la ciudad. Llega pronto (abre a las 9:00) para evitar grupos y disfruta del cambio de guardia, que es gratis y bastante pintoresco. Desde ahí, date un paseo hasta el museo Nacional del Folklore, que está dentro del recinto y te ayuda a entender la historia coreana sin aburrirte.
Después, piérdete por las callejuelas de Bukchon Hanok Village, un barrio de casas tradicionales (hanok) con vistas al skyline moderno. No te cortes en callejear, pero respeta la privacidad de los vecinos. Para comer, busca algún pequeño restaurante de bibimbap o mandu (empanadillas coreanas) en la zona de Insadong, que también es ideal para comprar recuerdos auténticos.
Por la tarde, acércate al Palacio Changdeokgung y su jardín secreto (hay tours guiados en inglés). Termina el día en Cheonggyecheon, un arroyo restaurado donde los locales pasean al atardecer. Si tienes fuerzas, prueba la comida callejera en Gwangjang Market: el bindaetteok (tortilla de judías mungo) y el tteokbokki (pastel de arroz picante) no fallan.
Día 2: Modernidad y cultura urbana
Arranca en Dongdaemun Design Plaza, un edificio futurista con exposiciones y mercadillos. Si te va la arquitectura, este sitio es un must. Desde ahí puedes ir caminando a Ihwa Mural Village, un barrio con arte urbano, cafés pequeñitos y vistas panorámicas.
Después, explora Myeongdong, el paraíso del skincare coreano y la moda. Aunque esté siempre animado, merece la pena perderse por sus callejones y probar algún snack callejero como el hotteok (tortita dulce) o los famosos pollos fritos coreanos.
Por la tarde, sube al Namsan Seoul Tower (puedes hacerlo andando por el parque Namsan o en teleférico). Las vistas al atardecer son brutales, y si quieres un plan romántico, deja tu candado en la valla como hacen los locales.
Día 3: Mercados, tradición y vida local
Empieza el día en Namdaemun Market, el mercado más antiguo de Corea. Aquí desayunan muchos coreanos, así que pide un kimbap (rollo de arroz) o un caldo de pescado y mézclate entre el bullicio. Si te mola la fotografía, este sitio es oro puro.
De ahí puedes ir a Seodaemun Prison History Hall, una antigua cárcel reconvertida en museo sobre la ocupación japonesa. Es duro, pero te da otra perspectiva de la historia coreana.
Por la tarde, pasea por Hongdae, el barrio universitario más alternativo, lleno de tiendas indie, cafeterías temáticas y conciertos callejeros. Si te apetece, apúntate a un taller de cerámica o de cocina coreana, que abundan por la zona.
Día 4: Excursiones y naturaleza cerca de Seúl
Si te apetece salir del meollo, tienes dos opciones top:
- DMZ (Zona Desmilitarizada): Tour imprescindible si te interesa la historia reciente. Hay excursiones de medio día desde Seúl que incluyen el Tercer Túnel, el observatorio y la estación Dorasan. Reserva con antelación y lleva pasaporte.
- Montaña Bukhansan: Si prefieres naturaleza, sube al Parque Nacional Bukhansan. Hay rutas de senderismo para todos los niveles y las vistas de la ciudad desde la cima son espectaculares, sobre todo en otoño.
De vuelta a Seúl, date un homenaje cenando en Itaewon, el barrio más internacional, con restaurantes de todo el mundo y ambiente nocturno.
Día 5: Relax, compras y rincones alternativos
Dedica la mañana a Gangnam, sí, el del famoso “Gangnam Style”. Más allá de los rascacielos y las tiendas de lujo, encontrarás cafeterías de diseño y el COEX Mall con su impresionante biblioteca Starfield.
Si te va el arte, acércate al Leeum Samsung Museum of Art, que mezcla arte tradicional y contemporáneo coreano.
Por la tarde, relájate en un jjimjilbang (spa coreano). El Dragon Hill Spa es de los más famosos y auténticos. Termina la jornada paseando por el río Han o en alguna terraza con vistas, brindando por un viaje bien aprovechado.
Consejos prácticos para moverte por Seúl sin perder tiempo
El metro de Seúl es rápido, limpio y llega a casi cualquier parte. Compra una T-money card en cualquier tienda de conveniencia (GS25, 7-Eleven) y recárgala según lo necesites. Google Maps no funciona del todo bien en Corea, así que descarga Naver Map o KakaoMap para orientarte.
En los restaurantes, no esperes que hablen inglés perfecto, pero la mayoría tiene menús con fotos o en varios idiomas. Si eres vegetariano, busca sitios con la palabra “bibimbap” o pregunta por platos “sans-meat”.
El wifi es rápido y abundante, pero si necesitas estar siempre conectado, alquila un pocket wifi o compra una SIM coreana en el aeropuerto.
Preguntas frecuentes sobre viajar a Seúl en cinco días
¿Cuál es la mejor época para visitar Seúl?
La primavera (abril-mayo) y el otoño (septiembre-noviembre) son ideales: temperaturas suaves, cielos despejados y parques llenos de color. El verano es muy húmedo y el invierno, bastante frío, aunque la ciudad tiene su encanto nevado.
¿Dónde alojarse para aprovechar al máximo Seúl?
Las zonas de Myeongdong, Hongdae e Insadong son céntricas, bien conectadas y perfectas para moverse a pie o en metro. Si buscas ambiente nocturno, Itaewon o Hongdae son tus barrios. Para algo más tranquilo, Bukchon o Samcheong-dong ofrecen alojamientos boutique con encanto.
¿Cuánto dinero necesito para cinco días en Seúl?
Seúl es más asequible de lo que parece. Calcula unos 40-60 euros al día si vas en modo mochilero (hostales, comida callejera, transporte público) y 80-120 euros si prefieres hoteles medios y algún capricho gastronómico. Los palacios y museos cuestan entre 2 y 5 euros la entrada.
¿Hace falta saber coreano para viajar por libre?
No es imprescindible. Con algo de inglés y aplicaciones de traducción te apañas. Eso sí, aprende a saludar (“annyeong haseyo”) y dar las gracias (“gamsahamnida”), siempre suma puntos con los locales.
Experiencias auténticas que no salen en las guías
Si quieres sentirte un poco menos turista y más viajero, prueba a:
- Apuntarte a una clase de taekwondo o caligrafía coreana en algún centro cultural.
- Buscar cafeterías temáticas escondidas en Yeonnam-dong o Seongsu-dong.
- Ver un partido de béisbol coreano, donde el ambiente es una fiesta continua.
- Hacer picnic junto al río Han, como hacen los locales los fines de semana.
- Probar el karaoke (noraebang) con amigos, aunque desafines.
En cinco días puedes saborear Seúl a fondo, combinando lo imprescindible y lo inesperado. No te obsesiones con verlo todo: déjate llevar, prueba cosas nuevas y disfruta de una ciudad que engancha. ¡Buen viaje y a disfrutar sin filtros!