Alojamientos en castillos medievales para dormir

Dormir en un castillo medieval no es solo una fantasía de cuentos: es una experiencia real y al alcance de cualquiera que busque una escapada diferente, con historia y mucho carácter. Si te apetece cambiar la típica casa rural por una noche entre muros centenarios, en habitaciones que han visto pasar reyes, caballeros y hasta algún que otro fantasma, aquí tienes mi selección de alojamientos en castillos medievales donde dormir, desconectar y sentirte protagonista de tu propia aventura. Te cuento sitios auténticos, bien ubicados y con ese punto de magia que hace que el viaje se te quede grabado.

¿Por qué dormir en un castillo medieval?

Dormir en un castillo medieval es mucho más que una simple noche de hotel. Es viajar en el tiempo, sentir la historia bajo tus pies y disfrutar de una atmósfera que ningún alojamiento moderno puede igualar. Muchos de estos castillos han sido restaurados con mimo, conservando su esencia pero sumando comodidades actuales: camas cómodas, baños privados, calefacción y hasta wifi (para los que no pueden vivir sin él). Además, suelen estar en entornos naturales espectaculares o en pueblos con encanto, perfectos para una escapada romántica, una aventura en familia o un finde diferente con amigos.

Castillos medievales en España donde puedes alojarte

España está repleta de castillos convertidos en hoteles, paradores y casas rurales con historia. Aquí van algunos de los más recomendables, con detalles prácticos y consejos para que aciertes seguro.

Parador de Cardona (Barcelona, Cataluña)

Una fortaleza del siglo IX en lo alto de una colina, con vistas al valle del Cardener. El Parador de Cardona es uno de los castillos medievales mejor conservados y más espectaculares de España. Dormir aquí es sentirte protagonista de una película, con habitaciones abovedadas, muros de piedra y hasta una torre del homenaje visitable. El desayuno es de los que hacen historia y el entorno invita a perderse por el casco antiguo de Cardona o visitar la famosa montaña de sal. Reserva con antelación, sobre todo en otoño y primavera.

Castillo de Alarcón (Cuenca, Castilla-La Mancha)

Otro clásico, ahora convertido en Parador Nacional. El castillo de Alarcón domina el meandro del río Júcar y su silueta es inconfundible. Las habitaciones conservan el aire medieval, con techos altos y ventanales que miran al paisaje. Ideal para una escapada de desconexión total: el pueblo es pequeño y tranquilo, perfecto para pasear sin prisas y disfrutar de la gastronomía manchega. Si buscas rutas de senderismo, aquí tienes varias opciones junto al río.

Castillo de Arteaga (Urdaibai, País Vasco)

En plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, el Castillo de Arteaga es una joya neogótica rodeada de naturaleza. El hotel es pequeño, exclusivo y muy cuidado, con habitaciones que parecen sacadas de una novela. Perfecto para una escapada romántica o para explorar la costa vasca: Mundaka, Gernika y las playas de Urdaibai están a un paso. No te pierdas sus desayunos ni la carta de vinos locales.

Castillo de Buen Amor (Topas, Salamanca)

A medio camino entre Salamanca y Zamora, este castillo del siglo XV es uno de los alojamientos más auténticos de Castilla y León. Aquí puedes dormir en habitaciones con techo de madera, cenar en salones góticos y pasear por un foso convertido en jardín. El ambiente es tranquilo, el trato cercano y la sensación de estar en otro siglo, total. Ideal para parejas o para celebrar algo especial.

Consejos para dormir en un castillo medieval y acertar

No todos los castillos son iguales ni ofrecen la misma experiencia. Antes de reservar, ten en cuenta estos consejos prácticos:

  • Lee opiniones recientes: Busca reseñas de otros viajeros sobre el estado de las habitaciones, el desayuno y el trato del personal. Hay castillos muy bonitos por fuera pero algo descuidados por dentro.
  • Pregunta por las habitaciones originales: Algunos castillos tienen zonas modernas y otras más históricas. Si quieres la experiencia completa, pide habitación en la parte antigua, aunque a veces suponga un pequeño suplemento.
  • Infórmate sobre el acceso: Muchos castillos están en lo alto de colinas o en pueblos con calles estrechas. Consulta si hay parking cerca o si tendrás que subir escaleras con la maleta.
  • Consulta las actividades: Algunos alojamientos ofrecen visitas guiadas, cenas temáticas o rutas por el entorno. Aprovecha para sacarle todo el jugo a la experiencia.
  • Reserva con antelación: Sobre todo en fines de semana, puentes y fechas especiales. Los castillos suelen tener pocas habitaciones y se llenan rápido.

Preguntas frecuentes sobre alojarse en castillos medievales

¿Es caro dormir en un castillo?

Depende del castillo y la temporada, pero hay opciones para todos los bolsillos. Algunos paradores y castillos rurales ofrecen habitaciones dobles desde 90-120€ la noche, especialmente fuera de temporada alta. Los más exclusivos pueden superar los 200€, pero la experiencia suele merecer la pena.

¿Son cómodos los castillos medievales?

La mayoría han sido reformados para ofrecer todas las comodidades: calefacción, baño privado, wifi, etc. Eso sí, prepárate para escaleras, muros gruesos y algún que otro crujido nocturno: es parte del encanto.

¿Se puede dormir en castillos con niños?

Por supuesto. Muchos castillos tienen habitaciones familiares y actividades para peques. Consulta antes si hay restricciones de edad o zonas no accesibles para niños.

¿Hay castillos medievales cerca de Madrid para dormir?

Sí, aunque la oferta no es tan amplia como en otras zonas. El Castillo de Belmonte (Cuenca) organiza experiencias nocturnas y el Parador de Oropesa (Toledo) es una opción muy chula a menos de dos horas de la capital.

Mi recomendación personal: cómo elegir el castillo perfecto

Piensa primero en el tipo de escapada que buscas: ¿romántica, en familia, aventura rural o relax total? Si lo tuyo es el turismo activo, elige castillos cerca de rutas de senderismo o pueblos con historia. Para una experiencia de cuento, apuesta por alojamientos pequeños, con pocas habitaciones y trato cercano. Si prefieres asegurarte comodidades y servicios, los paradores nunca fallan.

Y sobre todo, déjate llevar por el ambiente. Dormir en un castillo medieval es mucho más que una foto bonita: es una experiencia que te conecta con la historia y te hace viajar de verdad. Si buscas algo diferente para tu próxima escapada, lánzate. No te arrepentirás.

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