Si buscas una escapada rural auténtica, de esas que te reconcilian con la vida y te hacen olvidar el móvil, la Comarca de la Sidra en Asturias es una apuesta segura. Aquí no hay prisas, pero sí paisajes que te dejan sin palabras, pueblos con historia, rutas para perderse y, cómo no, la mejor sidra que vas a probar en tu vida. Te cuento cómo sacarle todo el jugo a este rincón asturiano, desde lo imprescindible hasta esos detalles que solo se descubren pateando y charlando con la gente de allí.
¿Dónde está la Comarca de la Sidra y por qué merece la pena?
La Comarca de la Sidra se encuentra en la costa central de Asturias, a medio camino entre Gijón y los Picos de Europa. Está formada por seis concejos: Villaviciosa, Nava, Colunga, Bimenes, Cabranes y Sariego. Aquí la sidra no es solo una bebida, es cultura, paisaje y fiesta. Pero además de las pomaradas (campos de manzanos) y los llagares (bodegas de sidra), tienes playas salvajes, rutas de senderismo, miradores y pueblos que parecen sacados de una postal.
Qué ver y hacer en la Comarca de la Sidra: rutas y planes imprescindibles
Villaviciosa: la capital de la sidra y mucho más
Villaviciosa es el epicentro de la comarca. Su casco histórico está lleno de casonas indianas, plazas tranquilas y sidrerías donde probar la sidra escanciada como manda la tradición. No te pierdas la iglesia de Santa María de la Oliva y el paseo fluvial junto al río. Desde aquí puedes acercarte a la playa de Rodiles, una de las más bonitas y abiertas del Cantábrico, ideal para pasear, hacer surf o simplemente respirar salitre.
Nava: visita un llagar y aprende a escanciar
Nava es famosa por su Museo de la Sidra, un planazo si quieres entender todo el proceso, desde la manzana hasta el culín en el vaso. Muchos llagares ofrecen visitas guiadas y catas, como el Llagar Castañón o el Llagar Viuda de Angelón. Pregunta, prueba y atrévete a escanciar tú mismo (no pasa nada si al principio pones perdido el suelo, es parte del aprendizaje).
Colunga y la Costa de los Dinosaurios
Si viajas con niños (o eres un friki de los dinos), acércate a Colunga para visitar el Museo del Jurásico de Asturias. Además, la costa entre Lastres y la playa de La Griega está llena de huellas fósiles. Lastres, por cierto, es uno de los pueblos marineros más bonitos de Asturias, con sus casas colgadas sobre el acantilado y vistas de postal al mar Cantábrico.
Rincones rurales con encanto: Cabranes, Bimenes y Sariego
Si te apetece perderte en la Asturias más auténtica, dedica tiempo a los concejos de Cabranes, Bimenes y Sariego. Aquí encontrarás aldeas casi detenidas en el tiempo, bosques de cuento y rutas de senderismo poco transitadas. Imprescindible la Ruta de los Molinos de Cabranes, un paseo fácil entre prados, ríos y molinos tradicionales. En Bimenes, la Ruta de los Castaños es perfecta en otoño.
Mejores rutas de senderismo en la Comarca de la Sidra
Si eres de los que disfrutan pateando, aquí tienes senderos para todos los gustos. La Ruta de los Molinos del Profundu (entre Villaviciosa y Sariego) es un clásico: unos 12 km entre bosques, cascadas y antiguos molinos harineros. La Ruta de la Playa de Merón te lleva por acantilados y prados hasta una playa casi secreta. Y si buscas vistas, sube al Mirador del Fitu: desde allí ves la costa y los Picos de Europa en días despejados.
Consejos para organizar tu escapada rural a la Comarca de la Sidra
- Cuándo ir: Primavera y otoño son ideales. Hay menos gente, el verde está en su apogeo y la sidra nueva empieza a correr en los llagares. En verano, las playas se llenan, pero el ambiente es animado y hay fiestas en casi todos los pueblos.
- Dónde dormir: Hay casas rurales con mucho encanto en todas las zonas. Busca alojamientos en Villaviciosa o Nava si quieres estar bien comunicado, o en Cabranes y Sariego para desconectar del todo. Reserva con antelación si viajas en temporada alta.
- Cómo moverse: Lo mejor es ir en coche, porque el transporte público es limitado y así puedes explorar a tu aire. Las carreteras son estrechas pero con poco tráfico y paisajes de los que apetece parar cada dos por tres.
- Qué comer: Además de la sidra, prueba la fabada, el cachopo, los quesos asturianos y los postres caseros como el arroz con leche. En las sidrerías suele haber menú del día económico y abundante.
- No te olvides: Lleva ropa impermeable (aquí llueve más de lo que parece), calzado cómodo y ganas de improvisar. La hospitalidad asturiana hace el resto.
Preguntas frecuentes sobre viajar a la Comarca de la Sidra
¿Cuánto tiempo necesito para ver lo principal?
Con un fin de semana bien aprovechado puedes ver lo esencial: Villaviciosa, un llagar, alguna playa y un par de rutas. Si tienes tres o cuatro días, te da tiempo a explorar Lastres, Colunga y perderte por los pueblos rurales sin prisas.
¿Es una escapada rural apta para familias?
Sí, y mucho. Hay actividades para todas las edades: museos interactivos, rutas fáciles, playas amplias y restaurantes donde los niños son bienvenidos. Además, los alojamientos rurales suelen tener jardines y espacio para que los peques jueguen.
¿Hace falta reservar en los llagares?
Si quieres hacer una visita guiada o cata, mejor reserva antes, sobre todo en temporada alta o fines de semana. Puedes hacerlo directamente en sus webs o llamando. Si solo quieres comprar sidra, suelen atender sin problema.
¿Qué pueblos no me puedo perder?
Villaviciosa, por historia y ambiente sidrero; Lastres, por su encanto marinero; y Cabranes, para saborear la Asturias rural más genuina. Si tienes tiempo, acércate a Colunga y Nava.
Mi ruta ideal por la Comarca de la Sidra: plan para un fin de semana auténtico
Te dejo mi plan favorito: viernes por la tarde llegada y paseo por Villaviciosa, cenando en una sidrería. Sábado por la mañana, visita a un llagar en Nava y ruta de los Molinos del Profundu; tarde de relax en la playa de Rodiles. Domingo, escapada a Lastres y visita al Museo del Jurásico o ruta por Cabranes. Vuelta a casa con el maletero lleno de sidra y la cabeza despejada.
La Comarca de la Sidra es de esos destinos que te dejan con ganas de volver. Da igual si vas en pareja, con amigos o en familia: aquí la vida va a otro ritmo, el paisaje es un regalo y la sidra, la mejor excusa para brindar por los pequeños grandes viajes. ¡Salud!