Si estás pensando en lanzarte a hacer el Camino de Santiago solo, te adelanto que es una de esas aventuras que te cambia por dentro y por fuera. Da igual si buscas desconectar, superarte, conocer gente nueva o simplemente vivir algo distinto: el Camino te lo pone todo en bandeja. Aquí no hay postureo ni promesas vacías, solo consejos prácticos para que organices tu viaje sin comerte la cabeza y disfrutes de cada etapa como te dé la gana. Desde qué ruta elegir hasta cómo no liarla con el equipaje, aquí va mi experiencia y los trucos que me hubiera encantado saber antes de empezar.
¿Por qué hacer el Camino de Santiago solo?
Caminar solo no es sinónimo de soledad. De hecho, el Camino de Santiago es probablemente uno de los viajes más sociales que puedes hacer por tu cuenta. Vas a tu ritmo, eliges con quién te cruzas y tienes la libertad de cambiar de planes cuando te apetezca. Además, te obliga a salir de la zona de confort, a escucharte y a descubrir que eres capaz de mucho más de lo que creías. Si buscas una escapada para resetear la cabeza, ganar confianza y vivir algo auténtico, este es tu viaje.
¿Qué ruta elegir si vas solo?
La pregunta del millón. Hay muchas rutas para llegar a Santiago, pero si es tu primera vez y quieres un ambiente animado (pero sin agobios), el Camino Francés es la opción más popular. Empieza en Saint-Jean-Pied-de-Port (Francia) o en Roncesvalles (Navarra) y pasa por lugares míticos como Pamplona, Burgos, León y O Cebreiro. Si tienes menos tiempo, puedes arrancar desde Sarria (Lugo), el punto mínimo para conseguir la Compostela, y recorrer los últimos 100 km en cinco o seis días.
¿Prefieres algo más tranquilo? El Camino Portugués desde Tui o el Camino del Norte por la costa cantábrica ofrecen paisajes espectaculares y menos aglomeraciones. Eso sí, el del Norte es más exigente físicamente. Si buscas soledad casi absoluta, el Camino Primitivo desde Oviedo es tu ruta, pero prepárate para más cuestas y menos servicios.
¿Cuántos días necesito para hacer el Camino de Santiago solo?
Depende de la ruta y de tu ritmo, pero lo más habitual si vas solo y no tienes un mes libre es hacer una parte del Camino. Por ejemplo, desde Sarria a Santiago son unos 115 km y se suele completar en 5 o 6 etapas. Si quieres la experiencia completa desde Roncesvalles, calcula entre 30 y 35 días. Lo bueno de ir solo es que puedes improvisar: si un día te apetece quedarte más tiempo en un pueblo o hacer una etapa más corta, no tienes que negociar con nadie.
¿Cómo planificar el Camino de Santiago por tu cuenta?
La clave está en no sobreplanificar. Reserva la primera noche (sobre todo si llegas tarde o en temporada alta) y deja el resto abierto. Los albergues públicos no se pueden reservar, así que llegar pronto te asegura cama. Si prefieres más comodidad, hay alojamientos privados y hostales donde sí puedes reservar, sobre todo en las etapas más populares. Lleva siempre una lista de teléfonos de albergues y consulta apps como Gronze o Buen Camino para ver disponibilidad en tiempo real.
Hazte con una credencial del peregrino antes de empezar (en asociaciones de amigos del Camino o parroquias) porque la necesitarás para dormir en muchos sitios y conseguir la Compostela al llegar a Santiago. Y si te preocupa perderte, tranquilo: el Camino está perfectamente señalizado con flechas amarillas y conchas. Imposible liarse… salvo que te distraigas mirando las vistas.
¿Qué llevar en la mochila si viajas solo?
Aquí no hay trampa: menos es más. Lleva solo lo imprescindible y recuerda que vas a cargar con todo a la espalda. Lo básico:
- Mochila de unos 35 litros (ligera y cómoda)
- 2-3 mudas de ropa técnica (camiseta, pantalón, ropa interior)
- Chubasquero y forro polar
- Chanclas para la ducha
- Toalla de microfibra
- Botiquín pequeño (tiritas, desinfectante, ibuprofeno, vaselina para las rozaduras)
- Saco sábana y tapones para los oídos
- Cargador, móvil y batería externa
- Gorra, gafas de sol y crema solar
- Documentación y credencial del peregrino
Haz la prueba antes de salir: la mochila no debería pesar más del 10% de tu peso corporal. Todo lo que no uses a diario, sobra. Si te falta algo, siempre puedes comprarlo en ruta.
¿Es seguro hacer el Camino de Santiago solo?
El Camino es uno de los viajes más seguros que puedes hacer en España. Hay muchísima gente, pueblos cada pocos kilómetros y, en general, un ambiente de ayuda mutua. Eso sí, usa el sentido común: no dejes objetos de valor a la vista, lleva siempre el móvil cargado y avisa a alguien de confianza de tus planes. Si eres mujer y tienes dudas, que sepas que cada vez más chicas se animan a hacer el Camino solas y la mayoría repiten. Los hospitaleros y otros peregrinos están siempre dispuestos a echar una mano si surge cualquier problema.
¿Cómo conocer gente si haces el Camino solo?
Es casi imposible no hacer amigos en el Camino de Santiago. Entre albergues, cenas comunitarias y los kilómetros de charla, las conexiones surgen solas. Si eres tímido, aquí tienes la excusa perfecta para romper el hielo: preguntar de dónde viene alguien, compartir una tirita o comentar la etapa del día. Hay grupos de WhatsApp, cenas de peregrinos y hasta rutas alternativas que se deciden sobre la marcha. Y si algún día te apetece estar solo, nadie te mira raro: cada uno lleva su ritmo y sus motivos.
Consejos prácticos para disfrutar el Camino de Santiago solo
- Empieza pronto: Salir temprano te permite caminar con temperaturas más frescas y llegar antes a los albergues.
- Cuida los pies: Un buen calzado (ya estrenado), vaselina y calcetines técnicos son tus mejores aliados.
- Escucha a tu cuerpo: Si necesitas parar, para. Más vale llegar despacio que quedarse en el camino por una lesión.
- Hidrátate y come bien: Lleva siempre agua y algún snack. En muchos pueblos hay menús del peregrino a buen precio.
- Disfruta de los pequeños pueblos: No te limites a las grandes etapas. Parar en sitios como Portomarín, O Cebreiro o Molinaseca merece la pena.
- No te obsesiones con la Compostela: El Camino es mucho más que llegar a Santiago. Cada día cuenta.
Preguntas frecuentes sobre hacer el Camino de Santiago solo
¿Cuál es la mejor época para hacer el Camino solo?
La primavera (abril-junio) y el principio del otoño (septiembre-octubre) son ideales: buen clima, menos aglomeraciones y precios más bajos. Julio y agosto tienen más ambiente, pero también más calor y albergues llenos.
¿Necesito estar muy en forma?
No hace falta ser un atleta, pero sí conviene entrenar un poco antes: sal a caminar varios días seguidos, prueba la mochila cargada y acostumbra los pies a largas distancias. El Camino se adapta a casi todos los niveles si lo tomas con calma.
¿Puedo hacer el Camino de Santiago solo siendo mujer?
Sí, y cada vez más mujeres lo hacen. Hay rutas y albergues especialmente recomendados para chicas, y la comunidad peregrina suele ser muy respetuosa. Como en cualquier viaje, sigue las precauciones básicas y confía en tu intuición.
¿Hace falta reservar los albergues con antelación?
En temporada baja, no suele hacer falta. En verano o Semana Santa, mejor reservar los privados o llegar pronto a los públicos. Si te agobia no encontrar cama, lleva una lista de alojamientos alternativos.
Mi experiencia personal y último consejo
He hecho el Camino de Santiago solo y, sinceramente, es uno de esos viajes que te reconcilian contigo mismo. Hay días duros, claro, pero la satisfacción de llegar, las historias que compartes y la sensación de libertad lo compensan todo. Si tienes dudas, lánzate: el Camino siempre te sorprende. Y si necesitas un empujón, aquí va el mío: la mejor compañía en el Camino eres tú mismo. ¡Buen Camino, peregrino!