Si tienes ganas de una escapada de tres días y buscas una ciudad con duende, historia, callejuelas llenas de vida y una gastronomía para chuparse los dedos, Sevilla europea es tu destino. Tanto si es tu primera vez como si quieres redescubrir la capital andaluza desde otro prisma, aquí te cuento cómo exprimir Sevilla en 72 horas: rutas auténticas, rincones con encanto y planes que no salen en las guías de postureo. Todo pensado para que, vengas de donde vengas de España, aproveches cada minuto y te lleves el sabor más genuino del sur.
Cómo llegar a Sevilla desde varios puntos de España: opciones rápidas y cómodas
Si sales desde Madrid, el AVE es la opción más cómoda: en unas 2 horas y media te plantas en la estación de Santa Justa, en pleno centro. Desde Barcelona, los vuelos directos son frecuentes y, si reservas con tiempo, puedes encontrar buenas ofertas. Para los que vienen del norte (Bilbao, Santander, Galicia), el avión suele ser la mejor apuesta. Si prefieres el coche, la red de autovías está bastante bien y te permite parar en pueblos con encanto por el camino, como Mérida o Córdoba. Consejo: si llegas en tren o avión, olvídate del coche en la ciudad. Sevilla se disfruta andando, en bici o en tranvía.
Ruta día 1: Centro histórico, tapas y atardecer en el Guadalquivir
Empieza fuerte: desayuna un mollete con jamón en la Plaza del Salvador, donde el ambiente ya empieza desde primera hora. Desde ahí, piérdete por el barrio de Santa Cruz, el antiguo barrio judío, con sus callejuelas laberínticas y patios llenos de flores. Visita la Catedral de Sevilla (no te pierdas la subida a la Giralda, las vistas merecen el esfuerzo), y date una vuelta por los Reales Alcázares, donde la mezcla de estilos árabe y cristiano es una pasada.
Para comer, pásate por la calle Mateos Gago y prueba las espinacas con garbanzos o el salmorejo. Por la tarde, cruza el río hacia Triana, el barrio flamenco por excelencia. Calle Betis es perfecta para tomar algo viendo el atardecer sobre el Guadalquivir. Si te animas, busca un tablao auténtico (nada de shows para turistas) y déjate llevar por el arte local.
Día 2: Sevilla alternativa, parques y mercados
Arranca el día en la Plaza de España, uno de los lugares más fotogénicos de Europa. Alquila una bici y recorre el Parque de María Luisa, un oasis verde ideal para desconectar. Si te va la arquitectura contemporánea, acércate a las Setas de la Encarnación (Metropol Parasol): sube a la pasarela para tener una panorámica diferente de la ciudad.
Para comer, el Mercado de la Feria es un acierto seguro: ambiente local, productos frescos y puestos de tapeo donde mezclarse con los sevillanos. Por la tarde, explora la Alameda de Hércules, epicentro de la Sevilla más alternativa, con bares de diseño, librerías y terrazas animadas. Si buscas algo más tranquilo, el barrio de San Lorenzo tiene ese punto auténtico y menos turístico, perfecto para pasear sin prisas.
Último día: arte, compras y rincones secretos
Dedica la mañana a visitar el Museo de Bellas Artes, una joya poco conocida que alberga obras de Murillo, Zurbarán y otros grandes maestros españoles. Si te apetece llevarte un recuerdo diferente, callejea por la zona de la calle Sierpes y Tetuán: hay tiendas de artesanía, cerámica y moda local con mucho encanto (y sin precios inflados para turistas).
Antes de comer, date una vuelta por el barrio de la Macarena: la Basílica y el arco son dos paradas obligadas, pero lo mejor es el ambiente de barrio, con bares de toda la vida y plazas donde la vida pasa a otro ritmo. Si tienes tiempo, acércate al Convento de Santa Paula y prueba los dulces artesanos que venden las monjas.
Despídete de Sevilla con un paseo por la orilla del río, desde el Puente de Triana hasta la Torre del Oro. Si te coincide, súbete a un barco turístico para ver la ciudad desde otra perspectiva o simplemente siéntate en alguna terraza a saborear el último café viendo cómo cae el sol.
Consejos prácticos para tu escapada a Sevilla
- Mejor época para visitar: Primavera y otoño son ideales, con temperaturas suaves y ambiente en la calle. En verano hace calor de verdad, pero la ciudad se llena de vida por la noche.
- Alojamiento: Busca hoteles o apartamentos en el centro histórico o en Triana para moverte andando a casi todos los sitios. Reserva con antelación si viajas en Semana Santa o Feria de Abril.
- Cómo moverse: El centro es peatonal y fácil de recorrer a pie. El tranvía y las bicis públicas (Sevici) son opciones baratas y cómodas. Evita el coche dentro de la ciudad.
- Comer bien y barato: Olvídate de los menús turísticos. Busca bares con barra llena de locales, pregunta por la tapa de la casa y déjate sorprender. Imprescindible probar el pescaíto frito, el montadito de pringá y los caracoles si es temporada.
- Entradas a monumentos: Reserva online para la Catedral y el Alcázar si no quieres perder media mañana en la cola.
Preguntas frecuentes sobre qué hacer en Sevilla europea en 3 días
¿Cuáles son los imprescindibles de Sevilla si solo tengo tres días?
No te puedes perder la Catedral y la Giralda, el Real Alcázar, la Plaza de España, Triana, el Parque de María Luisa y un paseo por el Guadalquivir. Si te da tiempo, añade el Museo de Bellas Artes y las Setas de la Encarnación.
¿Dónde comer las mejores tapas en Sevilla?
Algunas recomendaciones auténticas: Bodega Santa Cruz (Las Columnas) en Santa Cruz, Bar Alfalfa, Casa Ricardo en San Lorenzo y Sol y Sombra en Triana. Si ves un bar con servilletas en el suelo, suele ser buena señal.
¿Es Sevilla segura para turistas?
Es una ciudad muy segura, especialmente en las zonas turísticas. Como en cualquier gran ciudad, vigila tus pertenencias en zonas muy concurridas y no te metas en barrios desconocidos de noche.
¿Hace falta reservar visitas con antelación?
Para la Catedral y el Alcázar, sí, sobre todo en temporada alta. Para bares y restaurantes, normalmente no hace falta, salvo en fechas señaladas o si quieres probar algún sitio muy popular.
¿Qué barrios tienen más ambiente local?
Triana, Alameda de Hércules, San Lorenzo y la Macarena son perfectos para mezclarte con los sevillanos y alejarte un poco del circuito turístico clásico.
En resumen: Sevilla europea en tres días se vive a pie, con los cinco sentidos y sin prisas. Olvídate del reloj, déjate llevar por el ritmo del sur y disfruta de una de las ciudades más vibrantes de España. Si te animas, seguro que repites. ¡Buen viaje!