Ruta de sidrerías en el País Vasco

Si alguna vez has soñado con perderte entre verdes prados, caseríos de piedra y manzanos, y acabar la jornada brindando con una buena sidra natural, el País Vasco es tu destino. Aquí la tradición de la sidra no es solo cuestión de beber, sino de vivir una experiencia auténtica, de esas que recuerdas por el sabor y por la compañía. Hacer una ruta de sidrerías vascas es mucho más que una excusa para comer y beber bien: es sumergirte en una cultura con raíces profundas, donde cada trago tiene su historia y cada sidrería su personalidad.

¿Por qué hacer una ruta de sidrerías en el País Vasco?

La sidra vasca es diferente. Aquí se sirve directamente del barril, en grandes kupelas, y el ritual del txotx (ese momento en que se abre la espita y todos corren a llenar su vaso) es casi litúrgico. No importa si eres novato o veterano: en una sidrería vasca siempre eres bienvenido. Además, la ruta de sidrerías es la mejor manera de conocer la esencia de Gipuzkoa y sus alrededores, mezclando paisajes de postal, gastronomía local y ese ambiente que solo se vive en el norte.

Principales zonas de sidrerías: dónde ir para acertar

La mayoría de las sidrerías tradicionales se concentran en los alrededores de San Sebastián, especialmente en pueblos como Astigarraga, Hernani y Usurbil. Astigarraga es, sin duda, la capital de la sidra vasca. Aquí puedes recorrer varias sidrerías en un día, cada una con su encanto y su toque personal. Hernani, pegada a Astigarraga, también es un clásico, y Usurbil destaca por su ambiente más rural y tranquilo. Si tienes tiempo, acércate a pueblos como Oiartzun o Aia, donde la tradición sigue intacta y el paisaje es de postal.

¿Cómo organizar tu ruta de sidrerías?

El plan ideal es sencillo: elige una zona (Astigarraga nunca falla para empezar), reserva en un par de sidrerías y deja hueco para improvisar. Lo normal es visitar una o dos en una misma jornada; más sería excesivo, créeme. Muchas sidrerías solo abren en temporada (de enero a abril), pero cada vez hay más que funcionan todo el año. Mi consejo: consulta siempre antes y reserva, sobre todo los fines de semana.

Para moverte entre sidrerías, lo mejor es olvidarse del coche y optar por el transporte público o, si vas en grupo, contratar un taxi o un minibus. Desde San Sebastián hay autobuses frecuentes a Astigarraga y Hernani (línea 26 y 27 de Dbus). Otra opción es ir en bici por el bidegorri, la vía verde que conecta Donosti con Astigarraga en unos 25 minutos. Así la ruta empieza y acaba sin preocupaciones.

¿Qué comer en una sidrería vasca?

La carta es corta, pero contundente. El menú clásico de sidrería nunca falla: tortilla de bacalao jugosa, bacalao frito con pimientos, chuletón de vaca a la brasa y, de postre, queso Idiazabal con nueces y membrillo. Todo esto regado con sidra natural, que puedes servirte tú mismo directamente de la kupela cada vez que suene el grito de «¡txotx!». Si tienes alguna intolerancia o prefieres opciones vegetarianas, avisa al reservar: cada vez hay más alternativas, pero sigue sin ser lo habitual.

Sidrerías recomendadas en Astigarraga y alrededores

Para ir a tiro hecho, aquí van algunas sidrerías de referencia:

  • Sidrería Petritegi: Muy conocida, perfecta para iniciarse. Gran caserío, ambiente animado y visitas guiadas para entender el proceso de elaboración.
  • Sidrería Zapiain: Una de las familias sidreras más históricas. Sidra de calidad y trato cercano.
  • Sidrería Alorrenea: Más pequeña y familiar, ideal si buscas autenticidad y trato directo con los dueños.
  • Sidrería Bereziartua: Gran comedor, perfecta para grupos, y sidra siempre bien fresca.
  • Sidrería Gurutzeta (Usurbil): Si te apetece salir del circuito más turístico, aquí el ambiente es más local y la comida, de diez.

En todas ellas puedes reservar online o por teléfono. Si vas en temporada alta, no lo dejes para última hora.

Consejos prácticos para disfrutar la ruta de sidrerías

  • Ve con hambre: El menú es potente y la sidra entra fácil. Mejor llegar con ganas de comer y sin prisas.
  • Lleva ropa cómoda: El ambiente es informal, y lo normal es estar de pie, moverse entre kupelas y acabar con olor a parrilla.
  • No conduzcas después: La sidra engaña y los controles son frecuentes. Mejor transporte público o taxi.
  • Reserva siempre: Sobre todo si sois un grupo grande o vais en fin de semana.
  • Pide recomendaciones: El personal suele ser muy majo y te orienta sobre la sidra del año y los mejores platos.

Preguntas frecuentes sobre la ruta de sidrerías en el País Vasco

¿Cuándo es la temporada del txotx?

La temporada tradicional del txotx arranca en enero y suele durar hasta abril. Es cuando la sidra nueva se sirve directamente de la kupela y el ambiente es más auténtico. Fuera de estas fechas, muchas sidrerías siguen abiertas y ofrecen el mismo menú, pero el ritual del txotx puede variar.

¿Se puede visitar una sidrería sin comer?

Algunas sidrerías ofrecen visitas guiadas con cata, pero lo habitual es que la experiencia incluya comida. Si solo quieres probar sidra, pregunta antes o busca las que tienen tienda y degustación.

¿Es apto para familias?

Sí, muchas sidrerías tienen espacios para niños y menús adaptados. El ambiente es ruidoso y distendido, así que los peques suelen disfrutarlo.

¿Qué sidra se bebe en el País Vasco?

La sidra vasca es natural, sin burbujas y con un punto ácido. Se sirve en vaso ancho y se escancia para oxigenarla. También hay sidras ecológicas y algunas con denominación de origen Euskal Sagardoa.

Una escapada con sabor y carácter

Recorrer sidrerías en el País Vasco es mucho más que una ruta gastronómica: es vivir una tradición que engancha, compartir mesa con locales y descubrir rincones que no salen en las guías. Si buscas un plan auténtico, con buen rollo y sabor de verdad, lánzate a la aventura sidrera. Y si tienes dudas, escríbeme: siempre hay hueco para una ronda más.

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