Si alguna vez has soñado con recorrer Suiza de la forma más cómoda y auténtica, olvídate del coche de alquiler y súbete a un tren. Viajar en tren por Suiza es como colarse en una postal en movimiento: montañas de vértigo, lagos que parecen espejos y ciudades que combinan historia y modernidad con una naturalidad que da envidia. Aquí te cuento mi ruta favorita, con paradas imprescindibles y consejos para exprimir cada trayecto. Nada de itinerarios imposibles ni listas eternas: solo lo que merece la pena, contado de tú a tú.
¿Por qué elegir el tren para recorrer Suiza?
En Suiza, el tren es más que un medio de transporte: es parte del viaje. Las conexiones son puntuales, limpias y seguras, y las rutas atraviesan algunos de los paisajes más espectaculares de Europa. Olvídate de atascos y parkings imposibles. Además, puedes aprovechar pases como el Swiss Travel Pass, que te permite subir y bajar de trenes, buses y barcos a tu antojo. Si buscas la manera más sencilla y panorámica de descubrir el país, esta es tu opción.
Itinerario recomendado: de Zúrich a Ginebra, pasando por lo mejor de Suiza
Te propongo una ruta circular que arranca en Zúrich y termina en Ginebra, tocando los puntos fuertes del país. Puedes hacerla en 7 días, aunque si tienes más tiempo, mejor aún. Aquí va el itinerario con paradas clave:
- Zúrich: Moderna y vibrante, perfecta para empezar. No te pierdas el casco antiguo (Altstadt), el paseo junto al lago y una tarde en el barrio de Züri-West.
- Lucerna: A solo una hora de tren, con su famoso puente de la Capilla (Kapellbrücke), el lago de los Cuatro Cantones y vistas al monte Pilatus. Súbete al barco o al funicular si tienes tiempo.
- Interlaken: La puerta al Oberland bernés. Desde aquí puedes hacer excursiones al Jungfraujoch (el “Top of Europe”), Lauterbrunnen y Grindelwald. Los trayectos en tren por esta zona son de película.
- Berna: La capital suiza es tranquila pero con mucha vida. Pasea por su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad, y prueba el chocolate local.
- Zermatt: Obligatorio si quieres ver el Matterhorn. El tren panorámico Glacier Express conecta esta zona con St. Moritz, pasando por puentes y túneles imposibles.
- Montreux: A orillas del lago Lemán, famosa por su festival de jazz y el castillo de Chillon. El trayecto desde Zermatt es pura magia.
- Ginebra: Cosmopolita y elegante, ideal para terminar la ruta. No te pierdas el Jet d’Eau, el casco antiguo y una cena junto al lago.
Trenes panorámicos: los trayectos que no te puedes perder
Si hay algo que distingue a Suiza son sus trenes panorámicos, con ventanas gigantes y recorridos de infarto. Estos son los que deberías incluir sí o sí:
- Glacier Express: Une Zermatt y St. Moritz en unas 8 horas, cruzando 291 puentes y 91 túneles. Es caro, pero la experiencia es única.
- Bernina Express: Desde Chur o St. Moritz hasta Tirano (Italia), pasando por el viaducto de Landwasser y el paso Bernina. Ideal si quieres añadir un toque italiano a tu viaje.
- GoldenPass Line: De Montreux a Lucerna, pasando por Gstaad. Bosques, lagos y chalets de cuento a cada curva.
Un truco: si viajas con el Swiss Travel Pass, muchos de estos trenes están incluidos (solo pagas el suplemento de reserva de asiento en los panorámicos).
¿Cuál es la mejor época para hacer una ruta en tren por Suiza?
La buena noticia es que Suiza luce bien todo el año, pero cada estación tiene su encanto. En primavera y verano (de mayo a septiembre) los paisajes están verdes, los lagos azules y hay más horas de luz. Es perfecto para combinar tren y senderismo. En otoño, los bosques se tiñen de naranja y hay menos turistas. Y en invierno, si te va la nieve, los trenes atraviesan paisajes nevados de postal y puedes combinar el viaje con esquí o mercados navideños. Eso sí, reserva con antelación en temporada alta.
Consejos prácticos para organizar tu viaje en tren por Suiza
- Compra el Swiss Travel Pass: Sale a cuenta si vas a moverte varios días, incluye museos y transporte público en ciudades.
- Reserva los trenes panorámicos: Hazlo con semanas de antelación, sobre todo en verano y festivos.
- No cargues con maletas enormes: Los trenes tienen espacio, pero es mucho más cómodo viajar ligero.
- Descárgate la app SBB Mobile: Te muestra horarios en tiempo real y te avisa de cambios o retrasos.
- Lleva algo de picoteo: Algunos trayectos son largos y el bar del tren no siempre es barato.
- Disfruta de las paradas intermedias: No tengas prisa, baja en pueblos pequeños y explora sin mapa.
Preguntas frecuentes sobre viajar en tren por Suiza
¿Merece la pena el Swiss Travel Pass?
Si vas a moverte más de tres días y quieres flexibilidad total, sí. Incluye casi todos los trenes, tranvías, barcos y hasta entrada a museos. Si solo vas a hacer dos trayectos largos, calcula si te compensa comprar billetes sueltos.
¿Es fácil moverse con maletas?
Los trenes suizos están bien preparados para equipaje. Hay espacio en los compartimentos y estanterías, pero si puedes, lleva una maleta de cabina y mochila. En las estaciones grandes hay taquillas y consigna.
¿Se necesita reservar asiento?
En los trenes normales no hace falta, pero en los panorámicos como el Glacier Express o Bernina Express sí es obligatorio y conviene hacerlo cuanto antes.
¿Se puede improvisar la ruta?
Perfectamente. Los trenes pasan con mucha frecuencia y puedes adaptar el itinerario sobre la marcha. Solo ojo con los panorámicos y alojamientos en temporada alta.
Mi consejo final: déjate llevar y mira por la ventana
Viajar en tren por Suiza no es solo llegar de un sitio a otro: es el placer de ver cómo cambia el paisaje, de bajar en un pueblo que no conocías y de sentir que el viaje es tan importante como el destino. Si buscas una escapada diferente, cómoda y llena de momentos de postal, este es el plan. Y si tienes cualquier duda, pregunta sin miedo: los suizos son amables y los trenes, puntuales. Así que, mochila ligera, billete en mano y a disfrutar del viaje. Nos vemos en el andén.