Viaje a Hong Kong: rascacielos y mercados

Si te apetece una escapada que combine el vértigo de los rascacielos con el bullicio de los mercados callejeros, Hong Kong es ese destino que te deja sin aliento y con la cámara echando humo. Aquí no hay tiempo para el postureo: en esta ciudad se viene a caminar, a probar sabores nuevos y a dejarse sorprender por una mezcla única de tradición y modernidad. Te cuento cómo exprimir tu viaje a Hong Kong, desde los mejores miradores hasta los rincones donde perderte entre puestos de dim sum y antigüedades. Nada de rutas prefabricadas: aquí van consejos reales, de viajero a viajero.

¿Cuándo es la mejor época para viajar a Hong Kong?

La pregunta del millón. Hong Kong tiene un clima subtropical, así que olvida el abrigo gordo. Lo ideal es ir entre octubre y diciembre: el calor afloja, llueve poco y el aire es más limpio. Si vas en verano, prepárate para humedad y algún que otro tifón (lleva paraguas y chaqueta impermeable). Primavera también es buena opción, aunque puede haber algo de niebla. Evita el Año Nuevo Chino si no quieres encontrarte con precios por las nubes y hoteles llenos.

Cómo moverse por Hong Kong sin perder tiempo (ni dinero)

Olvídate de taxis caros: el transporte público en Hong Kong es de lo mejorcito. El metro (MTR) conecta casi todo lo que merece la pena ver, es rápido y seguro. Hazte con una Octopus Card nada más llegar: sirve para metro, autobuses, ferris y hasta para pagar en tiendas. Si quieres sentirte como un local, súbete al tranvía de dos pisos en la isla de Hong Kong, perfecto para ver la ciudad a ritmo lento y por dos duros. Y si cruzas a Kowloon, el Star Ferry te regala las mejores vistas del skyline por menos de un euro.

Los rascacielos que no te puedes perder (y cómo verlos sin agobios)

Hong Kong presume de uno de los skylines más potentes del mundo. El Victoria Peak es el clásico: sube en el Peak Tram (mejor a primera hora o al atardecer para evitar colas) y disfruta de la panorámica. Pero si quieres vistas gratis y menos turistas, acércate a Sky100 en el International Commerce Centre o súbete a alguno de los bares en azoteas como el Ozone (en el Ritz-Carlton) para tomarte una copa con la ciudad a tus pies. Si te va lo alternativo, busca la rooftop de la Central Ferry Pier No. 3: poca gente y vistas de postal.

Mercados de Hong Kong: dónde perderse de verdad

Si buscas el alma auténtica de Hong Kong, olvida los centros comerciales y lánzate a sus mercados. El Temple Street Night Market en Kowloon es el más famoso: abierto hasta medianoche, tiene de todo, desde gadgets hasta ropa y comida callejera. Si te molan las antigüedades y el rollo vintage, el Cat Street Market en Sheung Wan es tu sitio: piezas curiosas, cámaras antiguas y algún tesoro inesperado. Para algo más local, pásate por el Mercado de Dama (Ladies Market) en Mong Kok, donde regatear es ley y puedes pillar desde souvenirs hasta zapatillas. Y si eres de los que viajan por el estómago, el Mercado de Graham Street te espera con frutas, verduras y puestos de dim sum para chuparse los dedos.

¿Qué comer en Hong Kong? Platos imprescindibles y dónde probarlos

La gastronomía de Hong Kong es un espectáculo. No te vayas sin probar el dim sum (prueba el de Tim Ho Wan, el restaurante con estrella Michelin más barato del mundo), el roast goose (ganso asado en Yat Lok o Kam’s Roast Goose), y los egg waffles en cualquier puesto callejero de Mong Kok. Si eres valiente, lánzate a por los fish balls o el snake soup en los mercados nocturnos. Para desayunar como un local, pide un Hong Kong milk tea en una cha chaan teng (cafetería típica). Consejo: haz hueco en el estómago, aquí se come a todas horas.

Ruta a pie por Hong Kong: lo mejor en un día

Si solo tienes un día para verlo todo (o quieres optimizar al máximo), te propongo una ruta sencilla y muy real. Empieza en Central, pasea por las calles empinadas y los mid-levels escalators (las escaleras mecánicas al aire libre más largas del mundo), explora SoHo y Sheung Wan para ver arte urbano y tiendas con encanto. Cruza a Kowloon con el Star Ferry, piérdete en Tsim Sha Tsui y camina por el Avenue of Stars para ver el skyline. Termina el día en Mong Kok entre neones y mercados. Fácil, barato y sin perder el alma de la ciudad.

Consejos prácticos para tu viaje a Hong Kong

  • Visado: Si tienes pasaporte español, puedes estar hasta 90 días sin visado.
  • Enchufes: Necesitarás adaptador tipo G (el británico).
  • Moneda: Dólar de Hong Kong. Lleva algo de efectivo para mercados, pero la Octopus Card y las tarjetas funcionan casi en todas partes.
  • Internet: El wifi va bien en hoteles y cafeterías, pero una SIM local es barata y te ahorra sustos.
  • Idioma: El inglés es oficial y se apañan bien en zonas turísticas, pero aprende un par de palabras en cantonés: un “m̀h’gōi” (gracias) siempre suma puntos.
  • Seguridad: Es una ciudad muy segura. Solo vigila tus cosas en los mercados más concurridos.

Preguntas frecuentes sobre viajar a Hong Kong

¿Cuántos días hacen falta para ver Hong Kong?

Con tres días puedes ver lo esencial sin ir a la carrera. Si tienes más tiempo, aprovecha para escaparte a Lantau Island (el Buda Gigante y el teleférico Ngong Ping) o darte un baño en las playas de Repulse Bay o Stanley.

¿Es caro viajar a Hong Kong?

No es barato, pero tampoco prohibitivo. Comer en mercados y moverse en transporte público te ahorra mucho. Los alojamientos son lo más caro, así que reserva con antelación y busca hostales o hoteles en zonas bien comunicadas.

¿Hace falta seguro de viaje?

Sí, siempre. La sanidad es cara y, aunque es un destino seguro, mejor viajar tranquilo. Busca un seguro que cubra imprevistos médicos y cancelaciones.

¿Se puede pagar con tarjeta en todas partes?

En la mayoría de comercios y restaurantes sí, pero en mercados y puestos callejeros suele ser solo efectivo o la Octopus Card. Lleva siempre algo de cash encima.

Hong Kong más allá del centro: rincones poco turísticos

Si te apetece escapar del bullicio, toma el ferry hasta Cheung Chau, una isla de pescadores sin coches, perfecta para pasear y comer marisco fresco. O piérdete en los senderos de Dragon’s Back, una ruta de trekking con vistas de infarto y muy fácil de hacer. Si buscas templos con historia, acércate al Man Mo Temple en Sheung Wan o al Chi Lin Nunnery en Diamond Hill: paz y tradición en mitad del caos urbano.

Hong Kong es mucho más que rascacielos y mercados. Es una ciudad que se vive con los pies, el estómago y los sentidos bien abiertos. No te dejes llevar solo por lo que sale en Instagram: piérdete, prueba, pregunta y déjate sorprender. Así, seguro, vuelves con historias que valen oro.

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