Ruta por la costa pacífica de México: playas y pueblos

Si buscas una escapada con sabor auténtico, donde las olas te despierten y los pueblos te reciban con los brazos abiertos, la costa pacífica de México es tu sitio. Aquí no hay prisas, solo carreteras que serpentean entre selvas, playas salvajes y pueblos donde el tiempo va a otro ritmo. Te cuento mi ruta favorita por este rincón brutal del Pacífico mexicano, con paradas que mezclan relax, aventura y mucho taco de pescado. Prepárate para descubrir esos lugares que no salen en las guías y que, cuando vuelvas, querrás recomendar como si fueran tu pequeño secreto.

¿Por dónde empezar una ruta por la costa pacífica de México?

La mejor forma de recorrer la costa pacífica es en coche de alquiler, a tu aire, sin depender de horarios. El tramo clásico va desde Puerto Vallarta, en Jalisco, hasta Huatulco, en Oaxaca. Son unos 1.200 km de pura carretera escénica, pero si tienes menos tiempo, puedes centrarte en la Costa de Nayarit y la de Oaxaca, que son las más espectaculares y menos trilladas.

Si llegas en avión, los aeropuertos de Puerto Vallarta, Zihuatanejo o Huatulco te lo ponen fácil para empezar o terminar la ruta. Yo suelo recomendar empezar por el norte (Puerto Vallarta) e ir bajando, porque así cada día parece que el viaje mejora.

Playas imprescindibles en la costa pacífica mexicana

Olvídate de los resorts masificados de Cancún o Los Cabos. Aquí lo que mola es perderse en playas donde solo se oye el mar y la hamaca es tu mejor amiga. Apunta estos nombres:

  • Sayulita (Nayarit): El paraíso del surf y el rollito bohemio. Perfecta para aprender a surfear, tomar un ceviche en la playa y ver atardeceres con música en directo. Si quieres algo más tranquilo, cruza a San Pancho, el pueblo hippie de al lado.
  • Lo de Marcos (Nayarit): Mucho menos turístico, ideal para desconectar y pasear por una playa larguísima sin apenas gente. Buen sitio para probar mariscos frescos.
  • Playa Carrizalillo (Puerto Escondido, Oaxaca): Una calita preciosa a la que se accede bajando unas escaleras. Agua turquesa, olas suaves y ambiente local. Perfecta para nadar o simplemente tumbarte a la sombra.
  • Zipolite (Oaxaca): Famosa por ser la playa nudista de México, pero también por su ambiente relajado y sus cabañas a pie de arena. Aquí todo el mundo va a su bola y nadie juzga.
  • Bahías de Huatulco (Oaxaca): Nueve bahías de agua cristalina y playas casi vírgenes. Alquila una lancha y recorre las calas, o haz snorkel en La Entrega.

Pueblos con alma en la costa pacífica de México

Más allá de las playas, lo que me enamora de esta ruta son los pueblos. Sitios con historia, mercados de verdad y plazas donde la vida pasa despacio. Apunta estos para tu lista:

  • San Blas (Nayarit): Un pueblo pesquero rodeado de manglares, con ruinas coloniales y un malecón perfecto para ver pelícanos. No te vayas sin probar el pescado zarandeado.
  • Barra de Navidad (Jalisco): Pequeño, pintoresco y con una laguna donde puedes hacer kayak. El ambiente es muy local y los atardeceres, de película.
  • Puerto Escondido (Oaxaca): Más que un pueblo, es el epicentro de la vida surfera mexicana. Hay ambiente joven, mercados, bares con música en directo y playas para todos los gustos.
  • Mazunte (Oaxaca): Un pueblo ecológico, famoso por el Centro Mexicano de la Tortuga y sus retiros de yoga. Aquí el estrés no tiene cabida.
  • La Crucecita (Oaxaca): El corazón de Huatulco, ideal para pasear por la plaza, probar el mezcal local y comprar artesanía auténtica.

Consejos prácticos para organizar tu ruta por la costa pacífica

  • ¿Cuántos días necesitas? Lo ideal son dos semanas para hacer la ruta completa sin prisas. Si tienes solo una semana, céntrate en una zona (Nayarit/Jalisco o Oaxaca) y exprímela a fondo.
  • ¿Es seguro viajar por la costa pacífica de México? Sí, siempre que uses el sentido común. Evita conducir de noche, revisa el estado de las carreteras y pregunta en los alojamientos por zonas a evitar. Los pueblos y playas son tranquilos y la gente, hospitalaria.
  • ¿Dónde dormir? Hay de todo: desde hostales baratos y cabañas junto al mar hasta hoteles boutique. Yo prefiero las cabañas familiares o los pequeños hoteles gestionados por locales, donde te cuentan historias y te sientes en casa.
  • ¿Cómo moverse? El coche de alquiler es la mejor opción para moverte a tu ritmo y llegar a playas escondidas. Si no conduces, hay buses locales y colectivos entre pueblos, aunque tardan más y paran donde quieren.
  • ¿Qué comer? No te pierdas los tacos de pescado, el ceviche, las tlayudas oaxaqueñas y el mezcal. Los mercados locales son una mina: prueba las frutas tropicales y los dulces caseros.

Rutas recomendadas: de Puerto Vallarta a Huatulco

Si tienes tiempo y ganas de carretera, esta es la ruta clásica que recomiendo, con paradas clave:

  1. Puerto Vallarta: Ciudad animada, buen punto de partida y con malecón para pasear al atardecer.
  2. Sayulita y San Pancho: Dos días para surfear, comer bien y disfrutar del ambiente bohemio.
  3. San Blas: Naturaleza y manglares. Haz una excursión en lancha para ver cocodrilos y aves.
  4. Barra de Navidad: Relájate en la laguna, prueba mariscos y disfruta de la calma.
  5. Manzanillo: Ideal para un día de playa y snorkel.
  6. Zihuatanejo: Pueblo pesquero con playas tranquilas y buen ambiente nocturno.
  7. Puerto Escondido: Surf, vida nocturna y playas para todos los gustos.
  8. Mazunte y Zipolite: Yoga, tortugas y relax total.
  9. Huatulco: Termina la ruta en sus bahías cristalinas y disfruta del mejor snorkel del viaje.

Preguntas frecuentes sobre viajar por la costa pacífica de México

  • ¿Cuándo es la mejor época para hacer la ruta? De noviembre a abril, cuando el clima es seco y soleado. De junio a octubre es temporada de lluvias, pero las playas están más tranquilas (y los precios bajan).
  • ¿Hace falta reservar alojamiento con antelación? En temporada alta (Navidad, Semana Santa y verano), sí. El resto del año puedes improvisar y dejarte llevar.
  • ¿Se puede viajar solo? Perfectamente. Es una zona muy mochilera y siempre conocerás gente en los hostales o en la playa.
  • ¿Hay cajeros y cobertura? En los pueblos grandes sí, pero lleva siempre algo de efectivo porque en las playas pequeñas no hay bancos ni aceptan tarjeta. La cobertura móvil puede fallar en zonas remotas.

Mi consejo personal para una ruta inolvidable

Haz hueco para improvisar. La costa pacífica de México es de esos sitios donde los mejores recuerdos no se planean: una charla con un pescador, una puesta de sol inesperada, un pueblo que no pensabas visitar y te atrapa. Lleva poco equipaje, mucha curiosidad y déjate sorprender. Aquí cada curva de la carretera es una invitación a parar y vivir el viaje sin filtros.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *