Consejos para volar con bebés por primera vez

Viajar en avión con un bebé por primera vez puede dar más vértigo que subirte a una montaña rusa sin arnés. Pero tranquilo, que no eres el primero ni el último en lanzarse a la aventura de volar con un peque. Yo mismo he pasado por ahí y, aunque al principio parece misión imposible, con un poco de organización y algunos trucos en la manga, todo sale rodado (o casi). Aquí tienes los consejos clave para volar con bebés y no perder la sonrisa (ni la paciencia) en el intento.

¿Cuándo es buen momento para volar con un bebé?

La mayoría de aerolíneas permiten viajar con bebés a partir de las dos semanas de vida, pero lo ideal es esperar al menos hasta el primer mes, salvo que sea estrictamente necesario. Los recién nacidos son más sensibles a los cambios de presión y a los gérmenes, así que cuanto más mayorcito, mejor. Si el vuelo es largo o internacional, consulta antes con el pediatra para asegurarte de que tu peque está listo para la aventura. Y si tienes opción, elige vuelos directos y en horarios tranquilos: menos trasbordos, menos líos.

Cómo elegir los mejores asientos en el avión con un bebé

No todos los asientos son iguales cuando viajas con un bebé. Si puedes, reserva con antelación y pide una fila con cuna (las famosas “bassinets”) que ofrecen algunas aerolíneas en vuelos largos. Suelen estar en la primera fila tras la mampara y son un salvavidas para que el peque duerma estirado. Si no hay cuna, los asientos de pasillo te dan más libertad para levantarte sin molestar a nadie cada vez que necesitas cambiar pañal o estirar las piernas. Eso sí, evita las filas de salida de emergencia: ahí no dejan viajar con bebés.

Documentación necesaria para volar con un bebé

Aunque tu bebé sea pequeñísimo, necesitará su propio DNI o pasaporte para volar, incluso en vuelos nacionales. Si viajas solo con él, algunas aerolíneas pueden pedirte autorización del otro progenitor. Lleva también la cartilla de vacunación y, si sales de la Unión Europea, consulta si hace falta visado o alguna vacuna adicional. Mejor llevarlo todo impreso y a mano, porque en el control de seguridad no hay tiempo para buscar nada en el móvil.

Qué llevar en el equipaje de mano para el bebé

La clave está en llevar lo justo y necesario, pero sin quedarse corto. Haz una lista y no improvises. Esto no puede faltar en tu equipaje de mano:

  • Pañales de sobra (cuenta uno por cada hora de vuelo, por si acaso)
  • Toallitas húmedas y bolsas para pañales usados
  • Ropa de recambio para el bebé y para ti (sí, accidentes pasan…)
  • Leche, biberones, agua y comida (según la edad y necesidades del peque)
  • Chupetes y algún juguete pequeño o libro para entretenerle
  • Manta fina o muselina, porque el aire acondicionado en los aviones es traicionero
  • Cremas, medicinas y termómetro, por si surge algún imprevisto

Los líquidos para bebés (leche, agua, potitos) están permitidos en cantidades razonables, aunque pasen de los 100 ml. Eso sí, los de seguridad pueden pedirte que los pruebes. Lleva todo junto y accesible, porque te lo pedirán en el control.

Trucos para un vuelo tranquilo con bebés

La clave está en anticiparse a los momentos críticos. El despegue y el aterrizaje son los puntos calientes, porque los cambios de presión pueden molestarles los oídos. Para evitarlo, dale el pecho, el biberón o el chupete en esos momentos: el movimiento de succión ayuda a igualar la presión y evita lloros. Si ya toma sólidos, un poco de agua o un snack también sirve.

Durante el vuelo, intenta mantener la rutina del bebé: si suele dormir a esa hora, crea ambiente con su manta o peluche favorito. Si está despierto, pasea por el pasillo (si se puede) y juega con él. No te agobies si llora: casi todos los pasajeros han viajado alguna vez con niños cerca y lo entienden más de lo que crees.

Cómo cambiar el pañal en el avión (y sobrevivir al baño diminuto)

La mayoría de los aviones tienen al menos un baño con cambiador, aunque sea minúsculo. Pregunta a la tripulación nada más embarcar dónde está, para no andar buscándolo a última hora con el bebé en brazos. Lleva todo lo necesario en una bolsita pequeña, para no tener que cargar con el bolso entero. Y si el baño está ocupado, avisa a la tripulación: suelen ayudarte a buscar el mejor momento para pasar.

¿Se puede llevar carrito o silla de coche en el avión?

La mayoría de aerolíneas permiten llevar el carrito hasta la puerta de embarque, donde te lo etiquetan y lo bajan a bodega. Al aterrizar, te lo devuelven en la misma puerta o en la zona de equipajes, según el aeropuerto. Pregunta siempre al personal. Si tienes silla de coche homologada para avión (con la etiqueta “for use in aircraft”), puedes usarla en el asiento si has reservado plaza para el bebé. Si no, tendrás que facturarla.

Consejos para vuelos largos con bebés

En vuelos de más de tres horas, la organización es tu mejor amiga. Lleva más pañales y ropa de recambio de lo habitual. Aprovecha las horas de sueño del bebé para descansar tú también. Si viajas en pareja, turnaos para pasear y entretener al peque. No dudes en pedir ayuda a la tripulación: están acostumbrados y suelen tener detalles con las familias (desde calienta biberones hasta algún regalito para el niño).

Preguntas frecuentes sobre volar con bebés

  • ¿El bebé paga billete de avión? En vuelos nacionales e internacionales, los menores de 2 años suelen pagar solo tasas y viajan en el regazo de un adulto. Si quieres que tenga su propio asiento, tendrás que pagar tarifa de niño.
  • ¿Puedo llevar líquidos para el bebé? Sí, se permite llevar leche, agua y comida infantil en el equipaje de mano, aunque superen los 100 ml. Los controles de seguridad pueden revisarlos o pedirte que los pruebes.
  • ¿Qué hago si el bebé llora mucho durante el vuelo? Mantén la calma, pasea por el pasillo, ofrécele chupete o comida, y no te agobies. La mayoría de la gente entiende que los bebés lloran. Si tienes dudas, pide ayuda a la tripulación.
  • ¿Hace falta llevar certificado médico? No suele ser obligatorio, salvo que el bebé tenga alguna condición especial o el vuelo sea internacional y lo exija el país de destino.

Mi consejo final para volar con bebés por primera vez

No te obsesiones con que todo salga perfecto, porque algún imprevisto siempre habrá. Lo importante es ir preparado, con actitud positiva y mucha paciencia. Recuerda: cada vuelo es una aventura y, aunque al principio parezca un reto, viajar con tu bebé será una experiencia que recordarás siempre. ¡Buen viaje y a disfrutar del vuelo en familia!

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