Guía de comida callejera en Bangkok

Si te apetece descubrir Bangkok de verdad, olvídate de los restaurantes de hotel y lánzate a la calle. La capital tailandesa es un paraíso para los que buscan comer bien, barato y con sabor local. Aquí, la comida callejera no es solo un recurso rápido: es cultura viva, es tradición y, sobre todo, es una aventura para el paladar. Prepárate para mojarte los labios con sopas picantes, probar brochetas imposibles y dejarte llevar por el bullicio de los mejores puestos callejeros de la ciudad. Te cuento dónde, cómo y qué pedir para acertar de pleno.

¿Dónde encontrar la mejor comida callejera en Bangkok?

Bangkok es una ciudad enorme, pero hay zonas donde la comida callejera es religión. Si quieres ir a tiro fijo, apunta estos barrios:

  • Chinatown (Yaowarat): El epicentro del street food. Desde dim sum hasta cangrejos al curry, aquí la mezcla de sabores chinos y tailandeses es brutal. Por la noche, la calle principal se llena de luces, humo y aroma a wok. No te pierdas el seafood a la plancha y los famosos rollitos de pato.
  • Khao San Road: Más allá de los mochileros, aquí tienes puestos de pad thai, brochetas de pollo satay y hasta insectos fritos si te atreves. Es perfecto para probar platos clásicos a buen precio y sin complicaciones.
  • Ratchawat y Sriyan Market: Dos mercados menos turísticos donde comerás rodeado de tailandeses. Prueba el roast duck noodles o el beef noodle soup. Si buscas autenticidad, este es tu sitio.
  • Sukhumvit Soi 38: Un clásico para cenar bien por poco dinero. Hay desde mango sticky rice hasta currys rojos y sopas Tom Yum. Ideal si te alojas por la zona moderna de Bangkok.

Platos imprescindibles que tienes que probar

No te vayas de Bangkok sin probar estos clásicos de la comida callejera tailandesa. Aquí va mi top personal, con consejos para pedirlos y no meter la pata:

  • Pad Thai: El rey de la calle. Fideos de arroz salteados con huevo, tofu, gambas o pollo, cacahuetes y lima. Pídelo en puestos donde veas a locales haciendo cola y pregunta si lo quieren picante (“spicy?”). En muchos sitios lo hacen al momento, así que puedes pedirlo a tu gusto.
  • Som Tam: Ensalada de papaya verde, picante y adictiva. Suele llevar cacahuetes, tomate, lima y a veces cangrejo fermentado. Ojo con el picante: si no estás acostumbrado, pide “mai phet” (no muy picante).
  • Satay: Brochetas de pollo, cerdo o ternera marinadas y asadas al carbón, servidas con salsa de cacahuete. Perfectas para picar mientras paseas.
  • Khao Man Gai: Pollo hervido sobre arroz aromático, con caldo y salsa picante. Es el equivalente tailandés al pollo con arroz de Singapur, y es ideal si buscas algo suave para el estómago.
  • Mango Sticky Rice: Postre de arroz glutinoso con leche de coco y mango fresco. Dulce, fresco y absolutamente imprescindible.
  • Tom Yum Goong: Sopa picante de gambas con hierba limón, lima y setas. Pide media ración si no quieres acabar sudando a chorros, pero no te la pierdas.

Consejos para comer en puestos callejeros sin sustos

Comer en la calle en Bangkok es seguro si sigues unas reglas básicas. Aquí tienes mis trucos para acertar y evitar sorpresas:

  • Fíjate en la clientela: Si ves a locales haciendo cola, es buena señal. Evita los puestos vacíos o los que solo tienen turistas despistados.
  • Observa la limpieza: Los mejores puestos suelen ser los más limpios y organizados. Si el cocinero lleva delantal limpio y las mesas se ven decentes, adelante.
  • Pide agua embotellada: No bebas agua del grifo ni hielo de origen dudoso. Mejor comprar botellas cerradas en los 7-Eleven, que hay en cada esquina.
  • Lleva efectivo: La mayoría de puestos solo aceptan cash. Cambia algo de dinero en el aeropuerto o usa cajeros, pero lleva billetes pequeños.
  • Pregunta por el picante: Si no toleras el picante, aprende a decir “mai phet” (no picante). Los tailandeses son expertos en ajustar el nivel de fuego a cada cliente.
  • No te cortes probando: La magia está en lanzarse. Si algo te llama la atención, pruébalo. Muchos platos cuestan menos de 2 euros, así que puedes permitirte experimentar.

Preguntas frecuentes sobre la comida callejera en Bangkok

¿Es seguro comer en los puestos callejeros de Bangkok?

Sí, siempre que sigas las recomendaciones básicas de higiene y sentido común. Bangkok vive de la comida callejera y la mayoría de puestos cuidan mucho la calidad. Evita los puestos con comida recalentada o que no tengan rotación de clientes.

¿Cuánto cuesta comer en la calle en Bangkok?

Un plato de pad thai, una sopa o unas brochetas suelen costar entre 40 y 80 baht (1-2 euros al cambio). Si te sales de las zonas más turísticas, incluso menos. Comer en la calle es la forma más barata y auténtica de disfrutar Bangkok.

¿Qué horarios son mejores para comer en los puestos?

Muchos puestos abren desde primera hora de la mañana hasta la noche, pero el mejor ambiente es a partir del atardecer, cuando las calles se llenan y la temperatura baja. Chinatown y Sukhumvit Soi 38 son especialmente animados por la noche.

¿Se puede comer comida vegetariana en la calle?

Sí, aunque tendrás que preguntar y a veces negociar. El pad thai vegetariano es fácil de encontrar, igual que las ensaladas de papaya o los salteados de verduras. Di “jay” (vegetariano) al pedir y te entenderán.

Rutas recomendadas para un tour de street food por Bangkok

Si quieres organizarte una ruta sin perderte lo mejor, te propongo este plan para un día completo de comida callejera:

  1. Desayuno en un mercado local: Empieza en Or Tor Kor Market o Sriyan Market. Prueba arroz con cerdo a la barbacoa (khao moo daeng) o sopa de fideos.
  2. Comida en Chinatown: Pasea por Yaowarat Road y lánzate con un pad thai, dim sum y algún zumo de fruta fresca. No te pierdas la sopa de fideos con pato.
  3. Merienda en Sukhumvit Soi 38: Prueba mango sticky rice y algún curry suave. Aprovecha para sentarte y ver la vida pasar.
  4. Cena en Khao San Road: Aquí puedes cerrar el día con brochetas satay, rollitos frescos y, si te atreves, algún insecto frito para la foto. Hay ambiente hasta tarde y puestos para todos los gustos.

Bangkok es una ciudad que se disfruta con todos los sentidos, y la comida callejera es la mejor puerta de entrada. Sal a la calle, déjate llevar y no tengas miedo a probar. Si tienes dudas, pregunta o sigue a los locales: ellos siempre saben dónde está el mejor bocado. ¡Buen viaje y mejor provecho!

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