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Guía para recorrer la ruta de los castillos del Loira en 5 días

Si alguna vez has soñado con perderte entre fortalezas de cuento, viñedos infinitos y pueblos con encanto, la ruta de los castillos del Loira es tu próxima escapada. Recorrer el Valle del Loira en 5 días es la mejor manera de empaparte de historia, arte y buena vida a la francesa, sin prisas pero sin perderte nada importante. Aquí te cuento cómo organizar el viaje, qué castillos no te puedes perder, consejos para moverte y alguna que otra recomendación que no sale en las guías. Prepárate para una ruta con alma, de esas que dejan huella.

¿Cuál es la mejor ruta para ver los castillos del Loira en 5 días?

La clave está en no querer abarcarlo todo. El Valle del Loira es enorme y hay más de 70 castillos visitables, pero en cinco días toca elegir bien. Lo ideal es empezar en Blois, que está a tiro de tren desde París, y terminar en Tours o Angers. Así, el itinerario más lógico y cómodo sería:

  • Día 1: Blois y Chambord
  • Día 2: Cheverny y Chaumont-sur-Loire
  • Día 3: Amboise y Clos-Lucé
  • Día 4: Chenonceau y Montrésor
  • Día 5: Villandry y Azay-le-Rideau (con parada en Tours)

Con este recorrido ves los castillos más icónicos, algunos menos masificados y pueblos preciosos. Además, no pasas el día en el coche y tienes tiempo para disfrutar de la gastronomía local. Si te apetece, puedes ajustar alguna etapa según tus intereses (más jardines, más historia, menos gente…).

¿Cómo moverse por el Valle del Loira? Coche, tren o bicicleta

La opción más libre y cómoda es alquilar un coche. Las carreteras son buenas, las distancias cortas (rara vez más de 40 minutos entre castillos) y puedes parar donde te apetezca. Si prefieres transporte público, hay trenes regionales entre las ciudades principales (Blois, Amboise, Tours), pero para llegar a muchos castillos tendrás que combinar con bus o taxi. La bici es una opción preciosa si tienes tiempo y ganas: la ruta “La Loire à Vélo” está muy bien señalizada y es llana, pero para cinco días solo te lo recomiendo si eres ciclista habitual y te organizas bien.

Consejo de amigo: si viajas en verano, reserva el coche con antelación. Y si vas en tren, compra los billetes regionales en la web de la SNCF o directamente en la estación, son baratos y flexibles.

Castillos imprescindibles del Loira: mi selección personal

Elegir es difícil, pero estos son los castillos del Loira que realmente merecen la pena en una ruta de 5 días:

  • Chambord: el más grande y espectacular, con su escalera de doble hélice y tejados imposibles. El parque es inmenso, ideal para pasear.
  • Cheverny: famoso por inspirar el castillo de Tintín. Está impecablemente decorado y tiene una jauría de perros que es puro espectáculo.
  • Chaumont-sur-Loire: mezcla de fortaleza medieval y palacio renacentista, con jardines de arte contemporáneo en verano.
  • Amboise: residencia real con vistas al Loira y la tumba de Leonardo da Vinci.
  • Clos-Lucé: la casa donde vivió Da Vinci sus últimos años, llena de inventos y maquetas.
  • Chenonceau: el castillo de las damas, construido sobre el río. Es de los más bonitos de Europa y los jardines son una pasada.
  • Villandry: famoso por sus jardines geométricos. Si te gusta la fotografía, aquí vas a flipar.
  • Azay-le-Rideau: pequeño, elegante y rodeado de agua, parece sacado de una postal.

Si buscas algo menos conocido y más tranquilo, apunta Montrésor o Langeais. Y si viajas con niños, el parque de mini-castillos de Amboise es un acierto.

¿Dónde dormir en la ruta de los castillos del Loira?

Hay alojamientos para todos los gustos y bolsillos: desde hoteles boutique en antiguos palacetes a casas rurales, pasando por algún castillo donde puedes dormir como un rey. Mi consejo es dormir en Blois la primera noche y luego ir cambiando de base: Amboise, Tours o incluso algún pueblo pequeño tipo Chédigny o Montlouis-sur-Loire, que son más tranquilos y auténticos.

Reserva con antelación si viajas en primavera o verano, sobre todo si buscas algo especial. Y no descartes los chambres d’hôtes (B&B franceses): suelen tener mucho encanto y desayunos caseros.

¿Cuándo es la mejor época para recorrer los castillos del Loira?

Primavera y principios de otoño son perfectos: buen clima, menos turistas y los jardines en todo su esplendor. En verano hay más ambiente y eventos (festivales de luz, espectáculos nocturnos), pero también más colas y precios más altos. El invierno tiene su punto si quieres tranquilidad y no te importa el frío, aunque algunos castillos cierran jardines o reducen horarios.

Evita los puentes franceses y los fines de semana de julio y agosto si quieres huir de las multitudes.

Consejos prácticos para exprimir la ruta (y no morir en el intento)

  • Compra las entradas online: te ahorras colas, sobre todo en Chambord, Chenonceau y Amboise.
  • Lleva calzado cómodo: vas a caminar mucho, entre castillos y jardines.
  • Haz picnic: en Francia es tradición y muchos castillos tienen zonas habilitadas. Un pan, un queso, vino del Loira y a disfrutar.
  • No intentes ver más de dos castillos al día: saturan y al final no disfrutas ninguno. Mejor menos y bien vistos.
  • Deja tiempo para los pueblos: pasear por Montrésor, Candes-Saint-Martin o Crissay-sur-Manse es tan especial como ver un castillo.
  • Ojo con los horarios: muchos castillos cierran temprano, sobre todo fuera de temporada. Consulta siempre la web oficial.

Preguntas frecuentes sobre la ruta de los castillos del Loira

¿Cuánto cuesta visitar los castillos del Loira?

La entrada a cada castillo suele costar entre 10 y 15 euros. Algunos ofrecen pases combinados. Si quieres ahorrar, prioriza los que más te atraigan y combina con paseos por los jardines, que a veces son gratuitos o más baratos.

¿Es una ruta apta para niños?

Sí, muchos castillos tienen actividades familiares, talleres y jardines donde pueden correr a sus anchas. Chenonceau, Chambord y el parque de mini-castillos de Amboise son especialmente recomendables para ir en familia.

¿Se puede comer bien en la zona?

Vas a comer de lujo: quesos, vinos, tartas saladas, pescado de río… Hay restaurantes para todos los bolsillos, pero también mercados y boulangeries donde pillar algo rápido. No te vayas sin probar el vino de Vouvray o Sancerre.

¿Hace falta saber francés?

No es imprescindible, pero ayuda. En los sitios turísticos hablan inglés y algo de español, pero fuera de las rutas más trilladas un par de frases en francés abren muchas puertas (y alguna sonrisa).

Mi ruta ideal: lo que no sale en los folletos

Si buscas una experiencia diferente, madruga para ver el amanecer en Chenonceau (hay paseos en globo al alba, inolvidable), piérdete por los viñedos de Montlouis-sur-Loire y termina el día cenando en una guinguette junto al río. No te obsesiones con tachar castillos: disfruta de los detalles, de una copa de vino en una terraza, de perderte por un mercado local. El Valle del Loira es mucho más que sus piedras: es su luz, su ritmo y su gente.

Así que ya sabes: prepara la mochila, alquila un coche y lánzate a descubrir los castillos del Loira. Te aseguro que volverás con la cámara llena y la cabeza soñando con volver. Bon voyage, amigo.

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