Viajar solo por Europa es una de esas experiencias que te cambian la forma de ver el mundo. Te obliga a improvisar, te enseña a confiar en ti mismo y te regala momentos que se quedan para siempre. Pero claro, para que la aventura salga redonda y no acabes maldiciendo tu mochila en mitad de una estación de tren, hay que saber qué meter (y qué dejar fuera) en la maleta. Aquí va mi lista real, basada en errores cometidos y aciertos celebrados, para que no te falte de nada y tampoco te sobre.
Cómo elegir la maleta ideal para viajar solo por Europa
El primer dilema: ¿mochila o maleta de ruedas? Si vas a moverte mucho en tren, bus, avión y patear ciudades, te recomiendo una mochila cómoda de entre 40 y 50 litros. Ojo, que sea de apertura frontal (tipo maleta), porque rebuscar en una mochila tubular es un suplicio. Si tu viaje va a ser más urbano y no planeas caminar largas distancias con todo a cuestas, una maleta de cabina ligera también vale. Eso sí, prioriza la maniobrabilidad y que no pese vacía más de la cuenta.
Ropa imprescindible: menos es más
Aquí está el truco: lleva lo justo para una semana, aunque el viaje sea más largo. En Europa hay lavanderías por todas partes y la ropa se seca rápido en verano. Mi kit básico:
- 2 vaqueros o pantalones cómodos (uno puesto, otro en la maleta)
- 1 pantalón corto (si viajas en primavera/verano)
- 4-5 camisetas versátiles
- 1 camisa que sirva para salir o para una visita a un sitio más formal
- 1 sudadera o jersey
- 1 chaqueta ligera impermeable (imprescindible en casi cualquier época)
- 7 mudas de ropa interior y calcetines
- 1 bañador (por si acaso, nunca se sabe en Europa)
- 1 par de zapatillas cómodas para caminar y, si cabe, unas sandalias ligeras
Evita cargar con “por si acasos”. En serio, si necesitas algo especial, lo puedes comprar allí. Y no olvides una bolsa de tela o mochila plegable para excursiones de un día.
Qué gadgets y tecnología llevar (sin pasarse)
No necesitas media tienda de electrónica. Lo básico:
- Smartphone con buena cámara (te ahorras la cámara a menos que seas muy friki de la fotografía)
- Cargador universal y adaptador de enchufe europeo (imprescindible si viajas desde fuera de la UE o al Reino Unido/Suiza)
- Batería externa ligera
- Auriculares (para podcasts en trayectos largos o videollamadas)
- Tarjeta SIM europea o eSIM para datos (te salva la vida en mapas y reservas)
- Si llevas portátil o tablet, que sea ligero y sólo si lo necesitas de verdad
Documentación y dinero: lo que no puede faltar
Parece obvio, pero más de uno se ha dejado el pasaporte en casa. Haz una lista y revisa antes de salir:
- DNI y/o pasaporte en vigor (comprueba caducidad con meses de antelación)
- Tarjeta sanitaria europea o seguro de viaje (en Reino Unido y fuera de la UE es obligatorio el seguro privado)
- Tarjetas bancarias (lleva al menos dos, de diferentes bancos, y una de ellas sin comisiones en el extranjero tipo Revolut, N26 o Wise)
- Algo de efectivo en euros y, si vas a países con otra moneda, cambia lo justo para los primeros gastos
- Copia digital y física de tus documentos importantes (en la nube y en papel, por si acaso)
Neceser práctico: líquidos y básicos de aseo
En los aeropuertos europeos, los líquidos siguen teniendo límite de 100 ml y deben ir en bolsa transparente. Lleva:
- Gel y champú en botecitos rellenables
- Desodorante, cepillo y pasta de dientes
- Peine o cepillo pequeño
- Crema solar y cacao labial (sí, incluso en el norte de Europa en verano)
- Medicinas personales y un par de tiritas
- Toalla de microfibra (seca rápido y ocupa poco)
Si te alojas en hostels, mete también unas chanclas para la ducha.
Extras que marcan la diferencia cuando viajas solo
Hay objetos que parecen tonterías pero te salvan el día:
- Candado pequeño para taquillas de hostel o estaciones
- Antifaz y tapones para dormir (en trenes nocturnos y habitaciones compartidas son oro puro)
- Libreta pequeña y boli (para apuntar direcciones, contactos o ideas de viaje)
- Botella reutilizable (en Europa el agua del grifo suele ser potable y te ahorras un dineral)
- Snacks saludables para trayectos largos
- Una bolsa de tela para la compra o la ropa sucia
Consejos para organizar la maleta si viajas solo
El truco está en organizar por compartimentos. Usa bolsas de compresión o packing cubes para separar ropa, gadgets y aseo. Así no tienes que desmontar la maleta cada vez que buscas algo. Deja lo más pesado cerca de la espalda (si llevas mochila) y lo que más uses arriba o en bolsillos exteriores. Y, sobre todo, deja algo de espacio libre para lo que vayas comprando durante el viaje.
Preguntas frecuentes sobre qué llevar en la maleta para viajar solo por Europa
¿Qué no debo llevar nunca en la maleta?
Evita objetos de valor innecesarios, joyas o cosas que no uses a diario. Tampoco cargues con libros pesados: mejor un ebook o audiolibros. Y olvida los “por si acaso” que no sean realmente útiles.
¿Cuánto peso es recomendable llevar?
Lo ideal es que la maleta/mochila no supere el 10-12% de tu peso corporal. Para la mayoría, eso son unos 8-10 kilos como máximo. Recuerda que tendrás que cargarla en escaleras, trenes y calles empedradas.
¿Qué hago si me olvido algo importante?
No te agobies. En Europa puedes encontrar de todo y, salvo medicinas muy específicas, cualquier cosa se compra allí. Lleva siempre lo imprescindible contigo (documentos, dinero, móvil) y lo demás tiene solución.
Mi truco final para viajar solo por Europa sin cargar la casa a cuestas
Antes de cerrar la maleta, pon todo lo que piensas llevar encima de la cama. Ahora, quita un tercio. Créeme, no lo echarás de menos. Viajar ligero es la clave para moverte a tu aire y disfrutar de cada destino. Y si tienes dudas, escríbeme: siempre hay hueco para un consejo de viajero a viajero.
Buen viaje y ¡que Europa te sorprenda!