Si tienes ganas de una escapada diferente y buscas qué ver en Budapest en un fin de semana largo, te aseguro que la capital húngara es de esas ciudades que te sorprenden de verdad. Budapest tiene ese aire bohemio, decadente y elegante a la vez, con rincones que parecen sacados de una novela y planes para todos los gustos: baños termales, cafés históricos, ruinas reconvertidas en bares, miradores de postal y paseos junto al Danubio. Aquí va mi ruta para exprimir Budapest como un local, sin perderte lo esencial y dejando hueco para los pequeños grandes descubrimientos.
Imprescindibles de Budapest en tres días: ruta día a día
Para aprovechar bien el fin de semana largo en Budapest, lo ideal es dividir la visita en zonas y momentos. Así no te dejas lo importante y puedes saborear la ciudad sin prisas ni colas eternas. Aquí va mi propuesta de itinerario realista, con paradas clave y algún truco de madrileño viajero.
Día 1: Buda, el castillo y las mejores vistas
- Bastión de los Pescadores (Halászbástya): Madruga y sube al Bastión de los Pescadores antes de que lleguen los grupos. Las vistas al Parlamento y el Danubio son de las que se te quedan grabadas. Si puedes, desayuna en la cafetería del bastión, no es barato pero la panorámica lo compensa.
- Iglesia de Matías: Justo al lado, esta iglesia de tejados de colores parece un cuento. Puedes entrar (vale la pena) y luego pasear por las calles empedradas de la colina de Buda.
- Castillo de Buda: No hace falta pagar la entrada al museo si no te apetece, pero sí pasear por los jardines, los patios y asomarte a las terrazas. El funicular es curioso, pero si te animas a subir andando por las escaleras, te ahorras la cola y el dinero.
- Puente de las Cadenas: Baja caminando y cruza el Danubio por el Puente de las Cadenas (Széchenyi Lánchíd), el más famoso de Budapest. De noche iluminado es espectacular.
Día 2: Pest monumental, cafés y baños termales
- Parlamento de Budapest: Reserva la visita guiada con antelación si quieres entrar (ojo, se agotan rápido). Por fuera ya impresiona, sobre todo desde la orilla opuesta. Si no entras, da la vuelta por Kossuth Lajos tér y busca el monumento de los zapatos, un homenaje sobrecogedor junto al río.
- Calle Andrássy y Ópera: Recorre la avenida Andrássy hasta la Ópera. Si te gusta la arquitectura, esta zona es un museo al aire libre. Puedes parar en alguno de los cafés históricos como el New York Café (caro pero precioso) o el Café Gerbeaud en la plaza Vörösmarty.
- Baños Széchenyi: Reserva la tarde para relajarte en los baños termales Széchenyi, en pleno parque de la Ciudad. Es uno de los planes más auténticos de Budapest, sobre todo en invierno cuando sale vapor del agua y fuera hace frío.
- Bares ruina: Si te queda energía, termina el día en un bar ruina del barrio judío. El Szimpla Kert es el clásico, pero hay muchos más (Instant, Mazel Tov…). Son antiguos edificios medio derruidos convertidos en bares con mucho ambiente.
Día 3: Isla Margarita, mercados y Budapest alternativa
- Isla Margarita: Alquila una bici o patinete y recorre esta isla-parque en medio del Danubio. Hay jardines, fuentes musicales, ruinas de un convento y hasta una pequeña torre-mirador. Perfecta para desconectar del bullicio.
- Gran Mercado Central: Imprescindible para probar productos locales o comprar un buen paprika. Arriba hay puestos para comer barato (prueba el lángos, una especie de pizza frita húngara).
- Barrio judío y arte urbano: Piérdete por las calles del barrio judío, llenas de arte urbano, tiendas vintage y galerías. Busca el mural de Rubik (el inventor del cubo era húngaro) y las sinagogas, como la Gran Sinagoga de la calle Dohány, la más grande de Europa.
Consejos prácticos para moverse por Budapest
El transporte público en Budapest funciona como un reloj suizo. El metro es rápido y conecta casi todos los puntos turísticos. Si vas a usarlo varias veces, compra un bono de 24 o 72 horas. Los tranvías 2 y 4/6 son perfectos para recorrer la ciudad viendo el paisaje. Si te animas, el bus 16 sube directo a la colina de Buda.
Caminar es la mejor forma de descubrir Budapest, pero ojo con las distancias: del Parlamento a los baños Széchenyi hay más de media hora andando. Usa Google Maps y no dudes en subirte al tranvía para ahorrar tiempo y piernas.
Dónde comer bien y barato en Budapest
La comida húngara es potente y reconfortante, ideal para reponer fuerzas después de patear la ciudad. Algunos de mis favoritos:
- Menza: En la plaza Liszt Ferenc, buena relación calidad-precio y platos típicos con un toque moderno.
- Drum Café: En el barrio judío, menú del día barato y guisos caseros.
- Karaván Street Food: Un patio con food trucks junto al Szimpla Kert, ideal para probar lángos, goulash y cervezas locales.
- Mercado Central: Perfecto para picar algo rápido y probar especialidades húngaras.
No te vayas sin probar el goulash (sopa de carne con paprika), el pollo a la paprika y algún dulce como el kürtőskalács (chimenea de canela y azúcar).
Preguntas frecuentes sobre viajar a Budapest
- ¿Cuántos días hacen falta para ver Budapest? Lo ideal son tres días completos para ver lo esencial y disfrutar del ambiente. Si solo tienes dos, céntrate en Buda y Pest monumental, dejando la isla y los barrios alternativos para otra ocasión.
- ¿Hace falta cambiar dinero? Sí, en Hungría usan el florín húngaro (HUF). Lleva algo en efectivo para mercados y pequeños comercios, aunque en la mayoría de sitios aceptan tarjeta.
- ¿Es seguro Budapest? Muy seguro para el turista, incluso de noche. Solo cuidado con los carteristas en zonas muy turísticas y en los tranvías llenos.
- ¿Se puede visitar Budapest en invierno? Sí, y tiene mucho encanto. Los baños termales al aire libre son una pasada con frío. Lleva ropa de abrigo y botas cómodas, porque puede nevar.
- ¿Cómo ir del aeropuerto al centro? El bus 100E conecta el aeropuerto con el centro (Deák Ferenc tér) en unos 40 minutos. También tienes taxis y traslados privados, pero el bus es barato y funciona bien.
Plan B: escapadas desde Budapest si tienes un día extra
Si tu fin de semana largo se alarga un poco, hay excursiones muy recomendables cerca de Budapest:
- Szentendre: Pueblo artístico a orillas del Danubio, lleno de galerías y casitas de colores. Se llega en tren suburbano (HÉV) en 40 minutos.
- Visegrád: Castillo medieval y vistas espectaculares del meandro del Danubio. Perfecto para senderismo y naturaleza.
- Lago Balaton: Si viajas en verano y te apetece bañarte, este lago es el “mar húngaro”, con playas y pueblos pintorescos.
Budapest con alma: rincones y experiencias que no salen en las guías
Más allá de los monumentos clásicos, Budapest tiene rincones con alma. Te recomiendo perderte por las calles secundarias de Buda al atardecer, buscar librerías de segunda mano, o sentarte en un café antiguo a ver pasar la vida. Si te gusta la fotografía, el amanecer desde el Bastión de los Pescadores o el Parlamento iluminado por la noche son momentos mágicos.
Y sobre todo, viaja sin prisas y con los ojos bien abiertos: Budapest es de esas ciudades que te regalan recuerdos inesperados en cada esquina.