Lisboa es una de esas ciudades que enamoran a fuego lento. Su mezcla de decadencia con encanto, el tranvía que sube las cuestas imposibles, el olor a bacalao asado, la luz dorada al atardecer y ese ritmo pausado que invita a dejarse llevar. Si estás planeando una escapada de 3 días a Lisboa, aquí tienes un itinerario realista, bien pensado y perfecto para empaparte de su historia, sus barrios y su esencia.
Día 1: Lo esencial del centro de Lisboa
➤ Plaza del Comercio y la Baixa
Empieza el viaje en la imponente Praça do Comércio, con vistas al Tajo y rodeada de edificios color mostaza con soportales. Desde aquí, cruza el Arco da Rua Augusta y adéntrate en la Baixa, el barrio más llano y señorial de Lisboa. Calles rectas, tiendas tradicionales, cafeterías con suelos de mosaico y un aire que recuerda que esta ciudad fue un imperio.
No te pierdas:
- El Elevador de Santa Justa, un ascensor neogótico con vistas.
- La Rua Augusta, con artistas callejeros y terrazas.
- Un café con pastel de nata en Manteigaria.

➤ Barrio Alto y Miradores
Sube caminando (o con el elevador da Glória) hacia el Barrio Alto, famoso por sus bares nocturnos, pero ideal de día para disfrutar de sus miradores.
Recomendado:
- Mirador de São Pedro de Alcântara: vistas a toda la ciudad, ideal al atardecer.
- Igreja de São Roque, austera por fuera, sorprendente por dentro.
Desde aquí puedes bajar dando un paseo hacia Chiado, un barrio elegante lleno de librerías, cafés históricos y arte.
Consejo: Cena en Chiado o Barrio Alto. Prueba el bacalhau à brás o un arroz de marisco.
Día 2: Alfama y la Lisboa más auténtica
➤ Alfama y el tranvía 28
Madruga y súbete al icónico tranvía 28, que cruza los barrios más emblemáticos. Bájate en la Sé de Lisboa (la catedral) y empieza a explorar Alfama, el alma de la ciudad.
Calles estrechas, ropa tendida, vecinos charlando, escaleras infinitas… Es un barrio para perderse. Literalmente. Aquí lo mejor es caminar sin rumbo.
Imprescindibles:
- Mirador de Santa Luzia
- Mirador das Portas do Sol
- Museo del Fado
- Iglesia de San Antonio (patrón de Lisboa)

➤ Castillo de San Jorge
Corona el barrio con una visita al Castelo de São Jorge. Las vistas desde sus murallas son espectaculares y te ayudarán a ubicarte. Si puedes, entra. Es una experiencia muy completa (aunque cuesta unos 10€).
➤ Tarde en Graça y Mouraria
Por la tarde, sigue explorando los barrios colindantes:
- Graça, con ambiente bohemio y el mirador da Senhora do Monte (uno de los más altos).
- Mouraria, cuna del fado y barrio multicultural.
Para cenar: Busca una casa de fados con cena tradicional. Lo ideal es reservar con antelación.
Una opción buena y turística (pero con encanto) es Clube de Fado.
Día 3: Belém, modernidad y atardecer en el Tajo
➤ Belém, historia y pasteles
Dedica la mañana a Belém, a unos 30 minutos del centro en tranvía o autobús. Aquí te esperan varios iconos de la ciudad.
Paradas obligatorias:
- Mosteiro dos Jerónimos: joya del estilo manuelino, declarado Patrimonio de la Humanidad.
- Torre de Belém: antigua defensa marítima en la desembocadura del Tajo.
- Monumento a los Descubrimientos: una oda gigante a la era dorada portuguesa.
Y, por supuesto, Pastéis de Belém, la pastelería original de los pasteles de nata. Haz la cola. Merece la pena.

➤ MAAT y orilla del Tajo
Después de comer, acércate al Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología (MAAT). Aunque no entres, el edificio en sí es espectacular. Desde aquí puedes dar un paseo tranquilo junto al río Tajo, muy agradable al atardecer.
➤ LX Factory
Termina el viaje en LX Factory, un espacio industrial reconvertido en zona de restaurantes, librerías, estudios creativos y bares. Perfecto para cenar algo distinto, comprar algún recuerdo original o tomar una última copa en Lisboa.
Consejos finales para disfrutar Lisboa en 3 días
- Moverse: Compra la tarjeta Viva Viagem para usar metro, tranvías y buses. Puedes recargarla y te ahorras bastante.
- Calzado cómodo: Lisboa son cuestas, escaleras y adoquines. Ve preparado.
- Pastéis de nata: Manteigaria y Pastéis de Belém son los dos grandes templos.
- Idioma: Casi todo el mundo habla español o se esfuerza por entenderte.
- Seguridad: Es una ciudad muy segura, pero ojo con los carteristas en tranvías.
¿Merece la pena Lisboa en 3 días?
Sí, y mucho. Tres días te dan para una visión completa: el centro clásico, el alma de Alfama, los monumentos de Belém y un toque moderno con LX Factory. Es una ciudad que mezcla historia, autenticidad y buen ritmo de vida. Perfecta para una escapada cultural desde España.





