Roma es una ciudad que se vive a bocados, pero si solo te quedas en las trattorias de Piazza Navona y los menús turísticos de la Via del Corso, te pierdes la verdadera esencia de la capital italiana. Hoy te traigo una ruta de restaurantes secretos en Roma que realmente merecen la pena: lugares donde los locales repiten, donde la carta no está en inglés y donde la experiencia es tan auténtica como el aroma de un espresso recién hecho. Si buscas comer bien en Roma, lejos de las trampas para turistas y con precios que no duelen, apunta estos sitios que he descubierto en mis escapadas por la ciudad eterna.
Trattoria Pennestri: cocina romana con alma en Ostiense
Si quieres probar la auténtica cocina romana sin artificios, Trattoria Pennestri es un acierto seguro. Está en Ostiense, un barrio lejos del bullicio del centro y con mucho rollo local. El ambiente es relajado, el trato cercano y la carta mezcla recetas tradicionales como la carbonara o el cacio e pepe con toques modernos que sorprenden. Recomiendo reservar, porque los romanos lo tienen fichado y suele llenarse. De postre, no te vayas sin pedir su tiramisú casero: es de los mejores que he probado en Roma.
Da Enzo al 29: el secreto mejor guardado de Trastevere
En pleno Trastevere, pero lejos del ruido y las multitudes, Da Enzo al 29 es uno de esos restaurantes que no necesita cartel luminoso para llenarse. Aquí la amatriciana es de las que levantan pasiones y las alcachofas a la judía (carciofi alla giudia) son puro espectáculo. El local es pequeño, así que llega pronto o prepárate para hacer cola. Merece la pena cada minuto de espera. Si buscas dónde comer bien en Trastevere, este es tu sitio.
Osteria Bonelli: menú del día fuera del radar turístico
En el barrio de Tor Pignattara, alejado de las rutas clásicas, está Osteria Bonelli. Aquí no encontrarás turistas, solo vecinos de toda la vida y platos de cuchara que reconcilian con la comida casera. El menú cambia a diario y siempre hay opciones de pasta fresca, guisos y postres de la abuela. Los precios son de otra época y la calidad, de diez. Perfecto para una comida tranquila después de pasear por el auténtico Roma este.
Supplizio: el paraíso del street food romano
Si eres de los que disfruta picoteando, Supplizio es una parada obligatoria. Este pequeño local cerca de Campo de’ Fiori está especializado en supplì, las croquetas de arroz típicas de Roma. Las hacen al momento, con ingredientes de primera y combinaciones que van más allá del clásico ragú. Ideal para una cena rápida o para reponer fuerzas entre visita y visita. Prueba el supplì de amatriciana, no falla nunca.
Roscioli: mucho más que una salumería
Roscioli es un clásico entre los romanos que saben de buen comer. A medio camino entre restaurante, salumería y panadería, aquí puedes sentarte a disfrutar de una carbonara de escándalo, embutidos artesanos y una selección de quesos que quitan el hipo. El local es pequeño y siempre animado, así que conviene reservar. Si te apetece llevarte algo, pásate por su panadería justo al lado: el pan de masa madre y la pizza bianca son adictivos.
FAQ: dudas frecuentes sobre restaurantes secretos en Roma
¿Hace falta reservar en estos restaurantes?
En la mayoría sí, sobre todo si vas en fin de semana o en temporada alta. Los locales los conocen y suelen llenarse rápido. Si puedes, reserva online o llama con antelación. En sitios como Da Enzo al 29 o Roscioli, sin reserva puedes quedarte sin mesa.
¿Son caros estos restaurantes secretos?
Para nada. No son los más baratos de Roma, pero la relación calidad-precio es excelente. Comerás mucho mejor que en los restaurantes turísticos y por un precio muy razonable. La clave está en alejarse de las zonas más céntricas y apostar por sitios con clientela local.
¿Qué platos típicos no debo perderme?
No te vayas de Roma sin probar la carbonara auténtica, el cacio e pepe, la amatriciana, las alcachofas (según temporada) y los supplì. De postre, tiramisú o una buena porción de crostata. Y si eres de vino, pregunta siempre por los vinos locales de la casa: suelen sorprender para bien.
¿Cómo llegar a estos restaurantes menos conocidos?
La mayoría están bien conectados en metro o autobús. Por ejemplo, Ostiense y Tor Pignattara tienen parada de tren y bus, y Trastevere se puede recorrer a pie desde el centro. Si te animas, moverte en bici eléctrica por Roma es una gozada y te da mucha libertad para descubrir barrios menos turísticos.
Consejos para comer como un romano y no como un turista
Olvida los menús con fotos y las cartas traducidas. Fíjate dónde comen los locales, pregunta siempre por la especialidad del día y no tengas miedo a probar platos fuera de tu zona de confort. En Roma, los mejores restaurantes suelen ser los que no tienen terraza en plena plaza ni camareros cazando turistas. Y recuerda: la comida italiana se disfruta sin prisas, así que tómate tu tiempo y saborea cada plato. Si sigues esta ruta de restaurantes secretos en Roma, te aseguro que volverás con el mejor recuerdo posible: el de haber comido como un romano más.