Si tienes cuatro días para recorrer Bélgica, estás de suerte: este país compacto es perfecto para una escapada que combina historia, buena comida y ciudades con muchísimo encanto sin perder tiempo en desplazamientos eternos. Bruselas, Gante y Brujas son tres paradas obligatorias que te ofrecen desde arquitectura impresionante hasta rincones con alma y, por supuesto, cerveza y chocolate para no olvidar. Aquí te cuento cómo aprovechar al máximo esos cuatro días, con rutas prácticas, consejos para moverte rápido y recomendaciones reales, sin florituras ni planes imposibles.
Cómo organizar tu ruta por Bélgica en 4 días
Lo primero es tener claro que Bélgica es pequeño, pero con mucho que ver. La mejor base para empezar es Bruselas, la capital, desde donde puedes hacer excursiones cómodas a Gante y Brujas en tren. El transporte público funciona bien y es puntual, así que olvida el coche si no quieres complicarte. Mi consejo es dedicar un día completo a Bruselas para conocer lo esencial sin prisas, otro día a Gante y otro a Brujas, y el último para volver a Bruselas o para visitar algún lugar cercano si te apetece. Así no vas a ir corriendo y podrás saborear cada ciudad.
Qué ver en Bruselas en un día: lo imprescindible sin perder tiempo
Bruselas es mucho más que la Grand Place, aunque esta plaza es una maravilla y merece la pena verla a primera hora para evitar multitudes. Desde ahí, camina hacia el Manneken Pis, que aunque es pequeño y turístico, forma parte del encanto local. A pocos minutos tienes el Mont des Arts, con sus jardines y vistas bonitas. Si te gusta el arte, no te pierdas el Museo Magritte o el Museo de Bellas Artes, pero si vas justo de tiempo, mejor dedicarte a pasear por el barrio de Sablon, lleno de tiendas de antigüedades y chocolaterías.
Para comer, prueba los mejillones con patatas fritas o una buena carbonade flamande (estofado de ternera con cerveza). Mi sitio favorito para esto es Chez Léon, cerca de la Grand Place, auténtico y sin complicaciones. Por la tarde, si tienes ganas, puedes subir al Atomium para una panorámica diferente o simplemente perderte por el barrio europeo, donde están las instituciones de la UE y edificios modernos.
Gante en un día: ruta a pie por su casco histórico y canales
Gante es una de esas ciudades que enamoran con su mezcla de historia y vida universitaria. El centro es compacto y se recorre bien a pie. Empieza en la Catedral de San Bavón para ver la famosa obra “La Adoración del Cordero Místico” y luego pasea hasta el Castillo de los Condes, que es una fortaleza medieval impresionante. Desde ahí, baja hacia el Graslei y Korenlei, las dos orillas del canal con casas gremiales que parecen sacadas de un cuento.
Para comer, busca un sitio con especialidades locales como el waterzooi (guiso de pollo o pescado) y no olvides catar alguna cerveza artesanal en las cervecerías del centro. Al atardecer, Gante se ilumina y ofrece un ambiente mágico que vale la pena disfrutar sin prisas, ya sea desde un bar con terraza o dando un paseo en barco por los canales.
Brujas en un día: la ciudad medieval más fotogénica de Bélgica
Brujas es el destino estrella para muchos viajeros, y con razón: sus calles empedradas, canales y edificios medievales hacen que parezca un decorado de película. Lo mejor es empezar por la Plaza Mayor (Markt), donde está el campanario Belfort, que puedes subir para tener vistas espectaculares. Luego, pasea hacia la plaza Burg, donde está el Ayuntamiento y la Basílica de la Santa Sangre, una joya poco conocida pero con historia fascinante.
Un plan infalible es alquilar una bici y recorrer los alrededores, como el Lago del Amor o la zona de molinos. Para comer, no te pierdas los gofres con chocolate, que aquí saben a gloria, y prueba el chocolate artesanal en alguna de las muchas chocolaterías del centro. Brujas puede estar muy llena de turistas, así que madruga para evitar aglomeraciones o quédate hasta el atardecer para verla con otra luz.
¿Cómo moverse entre Bruselas, Gante y Brujas? Trenes, horarios y consejos
La forma más cómoda y rápida de viajar entre estas tres ciudades es el tren. La red ferroviaria belga es eficiente, con trenes frecuentes y precios razonables si compras con antelación. El trayecto Bruselas-Gante dura unos 30 minutos y Gante-Brujas unos 25. Los billetes se pueden comprar en las máquinas de la estación o en línea, y no suele hacer falta reservar asiento, salvo en horas punta.
Si prefieres flexibilidad, puedes usar la tarjeta Go Pass si eres menor de 26 años o la Rail Pass para turistas, que te permiten varios viajes a buen precio. Para moverte dentro de las ciudades, todo se puede hacer caminando o con transporte público local, pero en estas tres capitales flamencas el centro histórico es compacto y muy agradable para pasear.
Consejos prácticos para aprovechar tu escapada por Bélgica sin perder tiempo
Para no perder tiempo en colas, compra online las entradas para lugares muy turísticos como el Belfort de Brujas o el Castillo de Gante. Lleva calzado cómodo, porque el suelo empedrado puede cansar y las calles se disfrutan mejor andando. Si viajas en verano, madruga para evitar el calor y las multitudes; en invierno, abrígate bien porque puede hacer frío y llover.
No te obsesiones con ver todo: Bélgica se disfruta más con calma y dejando espacio para sentarte en una terraza con una cerveza local o un chocolate caliente. Y por último, practica un poco de francés y flamenco básico, que siempre abre puertas y saca sonrisas.
¿Dónde alojarse para hacer esta ruta por Bélgica en 4 días?
Lo ideal es alojarte en Bruselas, que tiene más oferta y conexiones. Busca un hotel o apartamento cerca de la estación central (Gare Centrale) para facilitar tus salidas hacia Gante y Brujas. Si prefieres un ambiente más tranquilo, puedes quedarte una noche en Gante o Brujas para vivir el ambiente nocturno y evitar desplazamientos largos el mismo día.
Mi recomendación es reservar con antelación, especialmente en temporada alta, y optar por alojamientos que incluyan desayuno para arrancar el día con energía y sin perder tiempo buscando dónde desayunar fuera.