Si alguna vez has soñado con perderte entre dunas infinitas, dormir bajo un cielo plagado de estrellas y sentir el silencio más puro, hacer una ruta por el desierto del Sahara en Marruecos es una experiencia que te cambia la forma de viajar. Aquí no hay filtros que valgan: el calor es real, la arena se cuela en todos lados y la hospitalidad bereber te desarma. Te cuento todo lo que necesitas saber para organizar tu aventura por el Sahara marroquí, sin postureo y con los trucos que a mí me hubiera gustado saber antes de lanzarme a la arena.

¿Cuál es la mejor ruta por el desierto del Sahara en Marruecos?

La mayoría de viajeros que queremos vivir el auténtico Sahara en Marruecos elegimos entre dos grandes puertas: Merzouga (Erg Chebbi) y Zagora (Erg Chigaga). Merzouga es la opción más popular, con dunas de hasta 150 metros y una infraestructura pensada para el viajero. Zagora es más salvaje, menos turística y perfecta si buscas una experiencia más auténtica y menos masificada.

Desde mi experiencia, la ruta clásica parte de Marrakech, cruza el Alto Atlas, pasa por la kasbah de Ait Ben Haddou y el valle del Dades antes de llegar a Merzouga. Es un trayecto largo (unas 9 horas en coche), pero cada parada merece la pena. Si tienes tiempo, añade una noche en Ouarzazate o en las gargantas del Todra para saborear el sur marroquí a fuego lento.

¿Cómo llegar al desierto desde Marrakech o Fez?

La opción más cómoda es contratar una excursión organizada desde Marrakech o Fez, que suele incluir transporte, guía, comidas y la noche en el campamento bereber. Si prefieres ir por libre, lo ideal es alquilar un coche y marcarte tu propio ritmo. La carretera está en buen estado y las vistas son un espectáculo, pero ojo con las curvas del Atlas y el tráfico local: aquí las normas de circulación son orientativas.

Desde Marrakech a Merzouga son unos 560 km (9-10 horas), así que es recomendable hacer noche en mitad de camino. Desde Fez la distancia es similar, aunque la ruta atraviesa paisajes muy distintos: el bosque de cedros de Azrou, el Medio Atlas y pueblos como Midelt. Si viajas en transporte público, hay buses diarios a Rissani o Erfoud, y desde ahí taxis compartidos hasta Merzouga.

¿Qué ver y hacer en el Sahara marroquí?

La estrella es, sin duda, la excursión en dromedario al atardecer, cuando las dunas se tiñen de naranja y el silencio lo envuelve todo. Pero el Sahara es mucho más: puedes recorrer las dunas en 4×4, visitar aldeas bereberes, perderte por los mercados de Rissani, o descubrir los fósiles de Erfoud (que parecen sacados de otro planeta).

No te pierdas la noche en un campamento bereber. Dormir en una haima tradicional, cenar bajo las estrellas y escuchar música gnawa junto al fuego es una experiencia que no se olvida. Si eres madrugador, el amanecer desde lo alto de una duna es un regalo para la vista (y el alma).

Si te animas a explorar, pregunta por los oasis escondidos, los pozos nómadas y las minas de kohl. Los lugareños son expertos en encontrar rincones mágicos lejos de las rutas turísticas.

¿Cuándo es la mejor época para visitar el desierto de Marruecos?

El otoño (octubre-noviembre) y la primavera (marzo-abril) son los mejores meses para viajar al Sahara marroquí. Las temperaturas son agradables de día y frescas de noche, sin los extremos del verano (cuando el termómetro puede superar los 45ºC) ni el frío seco del invierno.

Evita los meses de julio y agosto salvo que seas fan del calor extremo. En invierno, las noches pueden bajar de cero, así que lleva ropa de abrigo aunque el sol apriete durante el día.

Consejos prácticos para tu ruta por el Sahara

  • Ropa adecuada: Lleva ropa ligera y transpirable para el día, pero no olvides un forro polar y gorro para la noche. El desierto engaña: el contraste térmico es brutal.
  • Protección solar: Gafas, gorra, crema solar y mucha agua. Aquí el sol no perdona ni en invierno.
  • Calzado cómodo: Mejor unas zapatillas cerradas o botas ligeras que sandalias. La arena quema y hay escorpiones (pocos, pero haberlos haylos).
  • Dinero en efectivo: En Merzouga y Zagora hay pocos cajeros y muchos sitios solo aceptan dirhams. Calcula bien y lleva algo extra para propinas o compras de última hora.
  • Mochila pequeña: Deja la maleta grande en el hotel y lleva solo lo imprescindible al campamento. La logística en dromedario no es compatible con equipaje XXL.
  • Seguro de viaje: No es obligatorio, pero sí muy recomendable. Los hospitales más cercanos están a varias horas y nunca se sabe.

¿Es seguro viajar al Sahara marroquí?

Viajar al desierto del Sahara en Marruecos es, en general, seguro. La gente local está acostumbrada al turismo y la hospitalidad bereber es legendaria. Eso sí, sentido común: no dejes objetos de valor a la vista, respeta las costumbres locales y no te aventures solo lejos de las rutas principales sin guía.

Si viajas en grupo organizado, todo es sencillo. Si vas por libre, avisa siempre en tu alojamiento de tus planes y lleva el móvil cargado (aunque la cobertura es limitada en las dunas). El mayor peligro suele ser el sol y la deshidratación, así que hidrátate a menudo y no subestimes el calor.

Preguntas frecuentes sobre la ruta por el desierto del Sahara en Marruecos

¿Cuánto cuesta una excursión al desierto desde Marrakech?

Los precios varían según el tipo de campamento (básico o de lujo) y los servicios incluidos. Una excursión de 3 días/2 noches ronda los 90-150€ en grupos organizados, incluyendo transporte, comidas y alojamiento. Si buscas algo más exclusivo o privado, los precios pueden subir bastante.

¿Merece la pena dormir en el desierto?

Sin ninguna duda. La noche en el desierto es lo más parecido a viajar a otro planeta: la oscuridad total, el silencio, el cielo estrellado… Es una experiencia que te llevas puesta para siempre. Si puedes, elige un campamento pequeño y familiar para evitar aglomeraciones y disfrutar de la autenticidad bereber.

¿Hay opciones vegetarianas o veganas en los campamentos?

Sí, pero avisa con antelación. La cocina bereber es sencilla pero sabrosa: tajines de verduras, cuscús, ensaladas y frutas frescas. Los campamentos están acostumbrados a adaptar los menús si lo necesitas.

¿Se puede hacer la ruta al desierto con niños?

Claro que sí. Los peques alucinan con los dromedarios y las dunas, aunque conviene elegir un campamento cómodo y evitar los meses de más calor. Lleva siempre protección solar, agua y algún juego para las horas muertas.

Mi consejo personal para una ruta con alma

No te obsesiones con las fotos perfectas ni con tachar lugares de una lista. El Sahara se disfruta con calma, escuchando el viento y compartiendo un té con los bereberes bajo la jaima. Deja espacio para la improvisación, pregunta a los locales y piérdete (un poco) entre las dunas. Marruecos tiene mil desiertos, pero el Sahara, si le das tiempo, te regala momentos que no caben en ninguna postal.

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