Si buscas una escapada auténtica, de esas que te dejan buen sabor de boca (literalmente), una ruta por los viñedos de La Rioja Alavesa es apuesta segura. Aquí no hay prisa, ni postureo, ni rutas de manual: solo pueblos con solera, paisajes de postal y bodegas donde el vino se entiende como arte y tradición. Te cuento cómo exprimir la experiencia al máximo, desde las mejores bodegas familiares hasta rincones secretos para perderse entre viñedos y tapear como un local. Prepárate para descubrir una de las zonas vinícolas más genuinas de España, perfecta para desconectar y volver con la mochila llena de recuerdos… y alguna botella, claro.
¿Por qué elegir La Rioja Alavesa para una ruta de enoturismo?
La Rioja Alavesa es ese rincón del País Vasco donde el vino manda y la vida se saborea sin prisas. Aquí, entre la Sierra de Cantabria y el río Ebro, se esconde una de las regiones vinícolas más especiales de Europa. No solo por la calidad de sus caldos, sino por el ambiente: pueblos medievales, bodegas familiares y una gente que te recibe como si fueras de la cuadrilla. Si buscas experiencias auténticas, catas guiadas por quienes entienden el vino desde la raíz y paisajes que parecen de película, este es tu destino. Además, es una zona compacta, perfecta para recorrer en coche o en bici, y muy accesible desde Madrid, Bilbao o Logroño.
Imprescindibles en una ruta por los viñedos de La Rioja Alavesa
Hay mucho que ver y probar, pero si quieres ir al grano, apunta estos imprescindibles:
- Laguardia: El pueblo más famoso, con su muralla, callejuelas empedradas y bares donde el vino corre como el agua. No te pierdas la Plaza Mayor y los túneles subterráneos donde antiguamente se guardaba el vino.
- Elciego: Conocido por la bodega de Marqués de Riscal y su espectacular edificio diseñado por Frank Gehry. Pero ojo, también tiene bodegas familiares donde la visita es más personal y auténtica.
- Labastida: Menos turístico, pero con un casco antiguo precioso y bodegas centenarias. Ideal para perderse sin agobios.
- Villabuena de Álava: El pueblo con más bodegas por habitante de España. Aquí el vino es religión.
- Viñedos entre Samaniego y Baños de Ebro: Una carretera secundaria llena de paisajes espectaculares, perfecta para parar y hacer fotos (o un picnic improvisado).
Las mejores bodegas de La Rioja Alavesa para visitar (y catar)
En La Rioja Alavesa hay más de 300 bodegas, pero aquí van algunas que merecen parada, tanto si eres novato como si ya tienes el paladar entrenado:
- Bodega Ysios (Laguardia): Arquitectura de vanguardia y vinos de autor. El edificio es casi tan espectacular como sus catas.
- Bodegas Baigorri (Samaniego): Visita guiada con vistas panorámicas y un menú maridaje que quita el hipo. Ideal para una comida especial.
- Bodega El Fabulista (Laguardia): Subterránea y con mucho encanto. Aquí entenderás cómo se hacía el vino hace siglos.
- Bodegas Amaren (Samaniego): Vinos potentes y trato familiar. Pregunta por las visitas privadas.
- Bodegas Luis Cañas (Villabuena de Álava): Una referencia de la zona, con catas muy didácticas y vinos para todos los gustos.
Consejo de amigo: reserva siempre antes de ir, sobre todo en temporada alta (otoño y primavera). Muchas bodegas ofrecen visitas personalizadas y catas temáticas, así que pregunta por las opciones especiales.
Cómo organizar la ruta por los viñedos: itinerario y consejos prácticos
La Rioja Alavesa es perfecta para una escapada de fin de semana largo, aunque si puedes, quédate tres o cuatro días para saborearla sin prisas. Aquí tienes un itinerario realista y flexible:
- Día 1: Llegada a Laguardia. Paseo por el pueblo, visita a una bodega subterránea y tapeo por la tarde.
- Día 2: Ruta en coche o bici por Elciego, Villabuena y Samaniego. Paradas en bodegas y comida en restaurante local (prueba el cordero asado o las patatas a la riojana).
- Día 3: Labastida y Baños de Ebro. Más bodegas, senderismo entre viñedos y picoteo en una terraza con vistas.
- Extra: Si tienes tiempo, acércate a Lapuebla de Labarca para cruzar el Ebro en barca (sí, como lo lees) y visitar alguna bodega menos conocida.
Para moverte, lo ideal es el coche propio o alquilado. Si vas a catar mucho, hay empresas que ofrecen rutas en minibús o taxi vinícola, para olvidarte de conducir. Y si te va la aventura, la bici eléctrica es una opción top: hay rutas señalizadas por caminos entre viñedos, y el terreno es llevadero.
¿Dónde dormir en La Rioja Alavesa? Alojamientos con encanto y sin postureo
Olvídate de grandes hoteles impersonales. Aquí lo suyo son casas rurales, pequeños hoteles con historia y algún alojamiento boutique en bodega. Mis favoritos para dormir entre viñedos:
- Hospedería de los Parajes (Laguardia): Céntrico, con spa y una bodega subterránea propia. Perfecto para parejas.
- Hotel Viura (Villabuena de Álava): Arquitectura moderna y vistas brutales a los viñedos. Desayuno de diez.
- Casa Rural La Molinera Etxea (Samaniego): Trato familiar, desayunos caseros y ambiente tranquilo.
- Agroturismo Valdelana (Elciego): Duerme en una bodega y desayuna entre barricas. Experiencia total.
Reserva con antelación, sobre todo en vendimia (finales de septiembre y octubre), que es cuando la zona está en su mejor momento.
Comer bien en La Rioja Alavesa: bares, restaurantes y platos típicos
Si eres de los que viaja por el estómago, aquí vas a disfrutar. La cocina de la Rioja Alavesa es sencilla pero sabrosa, con productos de la tierra y recetas de toda la vida. No te vayas sin probar:
- Patatas a la riojana: Guiso contundente con chorizo, perfecto para reponer fuerzas tras una ruta entre viñedos.
- Cordero asado: Tradición total, sobre todo en fiestas y celebraciones.
- Pimientos rellenos: Un clásico en cualquier menú del día.
Para tapear, pásate por el Bar Hiruko (Laguardia), el Bar El Bodegón (Labastida) o el Villa-Lucía (Centro de Enoturismo en Laguardia). Si buscas algo más especial, reserva en Restaurante Amelibia (Laguardia) o en Asador Villa-Lucía. Y si te apetece un picnic, píllate una botella y algo de embutido en cualquier tienda del pueblo y busca un rincón entre viñedos.
Preguntas frecuentes sobre la ruta por los viñedos de La Rioja Alavesa
¿Cuál es la mejor época para visitar La Rioja Alavesa?
El otoño es mágico, con los viñedos teñidos de rojo y naranja y la vendimia en pleno apogeo. La primavera también es ideal: menos gente, temperaturas suaves y paisajes verdes. En verano hace calor, pero las noches son frescas, y en invierno hay menos turismo y precios más bajos (perfecto si buscas tranquilidad).
¿Hace falta reservar las visitas a las bodegas?
Sí, sobre todo en bodegas pequeñas o si quieres una visita guiada con cata. Algunas permiten visitas espontáneas, pero lo recomendable es llamar o reservar online para asegurarte plaza y evitar sorpresas.
¿Se puede hacer la ruta con niños?
Sin problema. Muchas bodegas ofrecen actividades para familias, y los pueblos son tranquilos y seguros. Además, hay rutas de senderismo sencillas y zonas de picnic. Eso sí, el plan es más para disfrutar del entorno que para catar vinos, claro.
¿Es posible moverse en transporte público?
La zona está mejor preparada para el coche, pero hay autobuses entre los pueblos principales y taxis locales. Si no quieres conducir, lo mejor es contratar una ruta organizada o un servicio de transfer desde Logroño o Vitoria.
Consejos finales para una escapada redonda por La Rioja Alavesa
Vete con la mente abierta y el paladar preparado. Deja espacio en el maletero para alguna botella (o caja) que seguro caerá. Habla con la gente local, pregunta en los bares y no te dejes llevar solo por las bodegas más famosas: muchas joyas están en pequeños pueblos o en caminos secundarios. Lleva calzado cómodo, una chaqueta para las noches frescas y muchas ganas de disfrutar. Y sobre todo, no corras: aquí el tiempo va al ritmo del vino. Salud y buen viaje.