Si buscas una escapada diferente, con buen vino, paisajes de postal y comida de la que te hace cerrar los ojos de gusto, Mendoza es tu sitio. Esta región argentina, a los pies de los Andes, es el paraíso para los amantes del enoturismo y la buena vida. Aquí no hay postureo: solo experiencias auténticas entre viñedos, bodegas familiares y mesas donde el asado y el malbec son religión. Te cuento cómo montar una ruta por Mendoza que mezcle visitas a bodegas, pueblos con encanto y rincones donde el vino sabe todavía mejor.
Cómo organizar una ruta por Mendoza: consejos prácticos
Lo primero: Mendoza es grande y los puntos de interés están repartidos. Lo ideal es alquilar un coche en el aeropuerto de Mendoza y moverse a tu aire. Así puedes improvisar paradas entre viñedos y no dependes de tours cerrados. Si no te animas a conducir, hay excursiones organizadas desde la ciudad, pero te perderás la libertad de descubrir bodegas menos turísticas.
La mejor época para viajar a Mendoza es de marzo a mayo, cuando la vendimia está en pleno apogeo y el clima acompaña. En verano (diciembre-febrero) hace calor seco, pero los paisajes están verdes y las terrazas a tope. Reserva alojamiento con antelación si vas en temporada alta, sobre todo en Luján de Cuyo o Valle de Uco, las zonas más codiciadas por los winelovers.
Principales zonas vinícolas: dónde ir y qué esperar
Mendoza tiene tres regiones vinícolas top: Maipú, Luján de Cuyo y Valle de Uco. Cada una tiene su rollo y merece una visita.
- Maipú: Es la zona más cercana a la ciudad de Mendoza (unos 20 minutos en coche). Aquí encontrarás bodegas históricas y algunas familiares donde puedes pedalear entre viñedos. Perfecto para una primera toma de contacto.
- Luján de Cuyo: El corazón del malbec argentino. Bodegas modernas, restaurantes con vistas a la Cordillera y vinos de escándalo. Imprescindible para entender por qué Mendoza es famosa en el mundo entero.
- Valle de Uco: A una hora y media al sur, es la joya de la corona. Viñedos a más de 1.000 metros de altitud, arquitectura de vanguardia y paisajes que parecen sacados de un anuncio. Aquí el vino y la montaña se dan la mano.
Las mejores bodegas para visitar en Mendoza
Hay más de mil bodegas en Mendoza, así que elegir no es fácil. Te dejo una selección de mis favoritas, probadas y recomendadas:
- Bodega Catena Zapata (Luján de Cuyo): Un icono del vino argentino. Su edificio en forma de pirámide maya es tan espectacular como sus vinos. Reserva la visita guiada y prueba sus malbecs premium.
- Bodega El Enemigo (Maipú): Un proyecto joven, con mucha personalidad y una comida casera que enamora. El tour termina con un almuerzo maridado en su jardín. No te lo pierdas.
- Bodega Salentein (Valle de Uco): Arte, arquitectura y vino en un entorno brutal. Su galería de arte y la sala de barricas son únicas. El restaurante tiene vistas a los Andes y menú degustación de diez.
- Bodega Domaine Bousquet (Valle de Uco): Pionera en vinos orgánicos. El tour es muy didáctico y su terraza invita a quedarse horas. Prueba su espumante rosé si quieres variar del malbec.
- Bodega Carmelo Patti (Luján de Cuyo): Aquí todo es casero y sin artificios. Carmelo, el dueño, te recibe en persona y te cuenta sus historias mientras catas sus vinos. Un imprescindible para los que buscan autenticidad.
Consejo: reserva siempre con antelación, sobre todo si quieres almorzar en la bodega. Y ojo, que muchas solo abren de lunes a sábado.
Experiencias gastronómicas: dónde comer en Mendoza
En Mendoza se come (y se bebe) de maravilla. No todo es carne, pero el asado es casi obligatorio. Algunos sitios donde comer bien y a buen precio:
- Casa Vigil (El Enemigo): Un restaurante de cuento, con platos creativos y vinos propios. Reserva con tiempo, es uno de los más demandados.
- Brindillas (Luján de Cuyo): Alta cocina en un ambiente relajado, perfecto para una noche especial. Menú degustación y maridaje de vinos locales.
- La Azul (Valle de Uco): Un clásico para almorzar entre viñedos. Parrilla, empanadas y postres caseros. El menú fijo incluye vino y café, ideal para reponer fuerzas tras la cata.
- Mercado Central (ciudad de Mendoza): Si prefieres algo rápido, este mercado tiene puestos de empanadas, carnes y dulces típicos. Perfecto para un picnic improvisado.
No dejes de probar las empanadas mendocinas, el chivito al asador y los dulces de membrillo. Y si eres cafetero, busca alguna cafetería de especialidad en la ciudad: han subido mucho el nivel en los últimos años.
¿Qué hacer en Mendoza además de visitar bodegas?
Entre cata y cata, Mendoza tiene mucho más que ofrecer. Si te gusta la naturaleza, apúntate estas actividades:
- Ruta de alta montaña: Desde Mendoza ciudad sale la carretera hacia el Aconcagua, el pico más alto de Sudamérica. Paradas imprescindibles: Puente del Inca, la laguna de Horcones y el mirador del Cristo Redentor.
- Senderismo y cabalgatas: En el Valle de Uco y Potrerillos hay rutas para todos los niveles. Puedes contratar excursiones a caballo entre viñedos o por la precordillera. Una pasada.
- Termas de Cacheuta: Un planazo para relajarse tras varios días de vinos. Piscinas termales al aire libre, con vistas a la montaña. Mejor entre semana, para evitar aglomeraciones.
- Paseo por la ciudad de Mendoza: No te pierdas el Parque General San Martín, la Peatonal Sarmiento y las terrazas del centro para un vermú al atardecer.
Preguntas frecuentes sobre viajar a Mendoza para hacer enoturismo
¿Cuántos días hacen falta para una ruta por Mendoza?
Lo ideal son 4 o 5 días para disfrutar con calma de las bodegas, la gastronomía y alguna escapada por la montaña. Si solo tienes un fin de semana, céntrate en Luján de Cuyo y Maipú, que están más cerca de la ciudad.
¿Es necesario reservar visitas a bodegas?
Sí, sobre todo en las más conocidas y si quieres comer en sus restaurantes. Algunas bodegas pequeñas aceptan visitas sin reserva, pero no te la juegues si viajas en temporada alta.
¿Se puede hacer la ruta en transporte público?
Hay buses y tours organizados, pero las conexiones entre bodegas no son prácticas. Si puedes, alquila coche o apúntate a un tour privado. También hay bicis en Maipú para recorrer bodegas cercanas.
¿Qué vinos hay que probar en Mendoza?
El malbec es el rey, pero no te quedes solo ahí. Prueba cabernet franc, bonarda, torrontés (blanco aromático) y algún espumante local. Las bodegas suelen ofrecer catas variadas.
Ruta recomendada por Mendoza en 4 días
- Día 1: Llegada a Mendoza ciudad, paseo por el centro y primer contacto con la gastronomía local.
- Día 2: Maipú en bici o coche. Visita a bodegas familiares y almuerzo en El Enemigo.
- Día 3: Luján de Cuyo. Tour en Catena Zapata y comida en Brindillas o Casa Vigil. Tarde libre para explorar viñedos o relajarse en una terraza.
- Día 4: Valle de Uco. Visita a Salentein y Domaine Bousquet. Senderismo o cabalgata por la zona y almuerzo con vistas a los Andes.
Si tienes un día extra, aprovecha para hacer la ruta de alta montaña hasta el Aconcagua o una jornada de relax en las termas de Cacheuta. Y recuerda: en Mendoza, lo importante no es correr, sino saborear cada momento. ¡Salud!