Qué ver en Basilea en 2 días: museos y casco antiguo

Si tienes ganas de una escapada diferente, de esas que mezclan arte, historia y un ambientazo relajado, Basilea es ese destino suizo que te va a sorprender. En solo dos días puedes empaparte de museos de primera, pasear por un casco antiguo de cuento y descubrir rincones que no salen en las guías. Aquí va mi ruta personal, sin rodeos ni postureos, para que aproveches tu viaje a Basilea al máximo y sin perder el tiempo en cosas que no merecen la pena.

Cómo organizar dos días en Basilea: consejos prácticos

Lo primero: Basilea es una ciudad compacta. Puedes moverte andando casi a todas partes, aunque el tranvía es puntual y cómodo si quieres ahorrar piernas. Desde el aeropuerto EuroAirport llegas al centro en 20 minutos en bus (línea 50 hasta la estación SBB). Y un dato clave: si duermes en un hotel, te dan la BaselCard, que incluye transporte público gratis y descuentos en museos. Guárdala como oro en paño.

La moneda es el franco suizo (CHF), pero en muchos sitios aceptan euros, aunque el cambio no suele ser ventajoso. Lleva algo de efectivo, pero la tarjeta funciona en casi todas partes. Y si vas en verano, mete bañador: el baño en el Rin es tradición local y una experiencia única.

Día 1: Museos imprescindibles y paseo por el casco antiguo

Empieza fuerte con uno de los grandes motivos para visitar Basilea: sus museos. Aquí no hay término medio, la oferta cultural es brutal incluso para los que no somos ratones de biblioteca.

Kunstmuseum Basel: el arte en mayúsculas

La primera parada es el Kunstmuseum, el museo de arte más importante de Suiza y uno de los mejores de Europa. Tiene obras de Picasso, Holbein, Van Gogh, Monet o Giacometti, pero también exposiciones temporales que siempre sorprenden. Lo bueno es que puedes verlo en un par de horas sin saturarte, y los miércoles la entrada es gratis a partir de las 17:00. Apunta la dirección: St. Alban-Graben 16, a cinco minutos del centro.

Fundación Beyeler: arte moderno en un entorno único

Si te apasiona el arte moderno, la Fundación Beyeler es visita obligada. Está en Riehen, a unos 15 minutos en tranvía del centro (línea 6), pero merece la pena el desplazamiento. El edificio, rodeado de jardines, es obra de Renzo Piano y acoge piezas de Miró, Rothko, Warhol o Bacon. Además, el entorno es perfecto para relajarse un rato antes de volver a la ciudad.

Paseo por el casco antiguo (Altstadt): historia viva

De vuelta al centro, toca perderse por el casco antiguo. Empieza en la Marktplatz, el corazón de Basilea, con su ayuntamiento rojo y su fachada llena de frescos. Desde ahí, piérdete por callejuelas empedradas como Spalenberg, llena de tiendas locales y galerías. No te pierdas la Münsterplatz, con la impresionante catedral (Basler Münster). Sube a una de sus torres para tener las mejores vistas del Rin y la ciudad.

Si te entra hambre, busca una panadería y prueba un Läckerli, el dulce típico de Basilea. Y si quieres algo más contundente, el restaurante Zum Braunen Mutz (Barfüsserplatz 10) es perfecto para probar la cocina local a buen precio.

Día 2: Más museos, rincones alternativos y el Rin

El segundo día es para descubrir el Basilea más alternativo y relajarte junto al río. Aquí van mis recomendaciones para un día redondo.

Museo Tinguely: arte y movimiento

Arranca la mañana en el Museo Tinguely, dedicado al artista suizo Jean Tinguely, famoso por sus esculturas móviles y su sentido del humor. Es un museo divertido, interactivo, y perfecto incluso si viajas con niños. Está a orillas del Rin, así que aprovecha para pasear por el parque Solitude después de la visita.

Vitra Design Museum: arquitectura y diseño cerca de Basilea

Si te interesa el diseño y la arquitectura, cruza la frontera (literalmente) hasta Weil am Rhein, en Alemania, a solo 20 minutos en tranvía. El Vitra Design Museum impresiona por sus edificios firmados por Gehry, Hadid o Herzog & de Meuron, y sus exposiciones sobre muebles y diseño industrial. Si tienes la BaselCard, el trayecto en tranvía está incluido.

Rin, ferrys y terrazas: la vida al borde del agua

En Basilea, el Rin es el alma de la ciudad. Si el tiempo acompaña, haz como los locales: compra una Wickelfisch (bolsa estanca para flotar), métete en el río y déjate llevar por la corriente. Si no te atreves, simplemente pasea por la orilla y cruza de una ribera a otra en uno de los ferrys sin motor que funcionan con la fuerza de la corriente. Son baratos, pintorescos y una forma muy original de cambiar de barrio.

Para comer o tomar algo, elige una terraza junto al río en Kleinbasel, la zona más alternativa y animada. El Ufer7 (Unterer Rheinweg 7) es ideal para picar algo con vistas al agua, y si prefieres un ambiente más joven, el Holzpark Klybeck es un espacio de ocio con foodtrucks y conciertos al aire libre.

Preguntas frecuentes sobre qué ver en Basilea en dos días

¿Cuáles son los museos más recomendados de Basilea?

El Kunstmuseum, la Fundación Beyeler y el Museo Tinguely son los tres grandes imprescindibles. Si te gusta la historia natural, el Naturhistorisches Museum también merece la pena, y para familias el Spielzeug Welten Museum (museo de juguetes) es un acierto.

¿Merece la pena el casco antiguo de Basilea?

Totalmente. El casco antiguo de Basilea es compacto, peatonal y está muy bien conservado. Sus plazas, callejuelas y casas medievales tienen mucho encanto y se recorren en una mañana tranquilamente. No olvides la catedral y el ayuntamiento, son dos joyas.

¿Dónde alojarse para aprovechar al máximo dos días?

Lo ideal es dormir cerca de la estación SBB o en el centro histórico. Así llegarás andando a casi todo y tendrás buenas conexiones si quieres hacer alguna excursión. Además, con la BaselCard te olvidas del transporte público.

¿Se puede visitar Basilea en dos días sin prisas?

Sí, dos días dan para mucho si planificas bien. Puedes ver los museos principales, pasear por el casco antiguo y disfrutar del ambiente junto al Rin sin ir corriendo. Eso sí, elige bien lo que más te apetece y no intentes verlo todo. Basilea es para saborearla sin estrés.

Ruta recomendada: qué ver en Basilea en 2 días paso a paso

  • Día 1: Kunstmuseum → Fundación Beyeler → Marktplatz → Casco antiguo → Münsterplatz y catedral → Cena en Kleinbasel o Barfüsserplatz.
  • Día 2: Museo Tinguely → Paseo por el Rin y ferrys → Vitra Design Museum (opcional) → Tarde de terrazas y relax junto al río.

Basilea es una ciudad para dejarse llevar, mezclar arte con paseos y acabar el día brindando junto al Rin. En dos días puedes empaparte de su esencia, descubrir museos de primer nivel y perderte por un casco antiguo con mucho carácter. Si buscas una escapada diferente, aquí tienes un destino que engancha y que, seguro, te hará volver. ¡Buen viaje!

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