Guía de Ávila en 2 días: murallas, conventos y tapas

Si buscas una escapada cerca de Madrid con historia, buena comida y ese aire de ciudad tranquila que invita a pasear sin prisas, Ávila es tu sitio. En dos días puedes descubrir su impresionante muralla medieval, perderte entre iglesias y conventos con siglos de secretos y, cómo no, tapear a gusto en bares de los de verdad. Aquí va mi ruta personal para exprimir Ávila en un fin de semana, con consejos prácticos y paradas que merecen la pena. Nada de rutas de postureo: lo que verías si vinieras conmigo.

Cómo llegar a Ávila y moverse por la ciudad

Desde Madrid, lo más cómodo es el tren. Sale de Chamartín y en una hora y media te plantas en Ávila, con vistas a la sierra incluidas. Si prefieres conducir, la A-6 y luego la AP-51 te dejan en el centro en menos de hora y media, peaje mediante. El coche solo lo recomiendo si vas a moverte por los alrededores, porque el casco histórico es peatonal y aparcar cerca del centro es misión imposible (mejor usa los parkings públicos junto a la muralla).

Una vez allí, olvídate del coche. Ávila se recorre a pie. Las distancias son cortas y lo bonito es perderse por las calles empedradas y descubrir rincones sin prisa. Lleva calzado cómodo, que el adoquinado no perdona.

Murallas de Ávila: horarios, entradas y mejores vistas

La muralla de Ávila es la joya de la ciudad. Es Patrimonio de la Humanidad y una de las mejor conservadas de Europa. Son más de 2,5 kilómetros de piedra, con 87 torreones y 9 puertas. Puedes recorrer buena parte de su adarve (la parte de arriba) y ver Ávila desde las alturas.

Entradas: Hay tres accesos principales para subir a la muralla: Puerta del Alcázar, Puerta del Carmen y el Arco del Mariscal. El precio ronda los 5€, con descuentos para estudiantes, niños y mayores. Los lunes suele estar cerrada, ojo.

Horarios: De abril a octubre, de 10:00 a 20:00. En invierno, cierra sobre las 18:00. Consulta la web oficial si vas en festivo, porque a veces hay cambios.

Consejo: Sube al atardecer, cuando la piedra se tiñe de naranja y tienes toda la ciudad a tus pies. Mi tramo favorito es el que va desde la Puerta del Alcázar hasta la Casa de las Carnicerías: vistas de postal y menos gente.

Ruta por los imprescindibles de Ávila en dos días

Para aprovechar bien el tiempo, te propongo una ruta pensada para dos días. Así ves lo principal y tienes margen para improvisar.

Día 1: Muralla, centro histórico y tapeo

  • Catedral del Salvador: Nada más llegar, entra en la catedral-fortaleza. Es única en España, mezcla de románico y gótico, y su ábside está integrado en la muralla. La entrada cuesta unos 7€, merece la pena ver el interior y el claustro.
  • Plaza del Mercado Chico: El corazón de Ávila. Aquí tienes el Ayuntamiento y un ambiente animado, sobre todo a la hora del vermú.
  • Basílica de San Vicente: A cinco minutos andando, es una joya del románico. El pórtico y los capiteles son una pasada.
  • Paseo por la muralla: Sube por la Puerta del Alcázar y recorre el adarve. Si tienes poco tiempo, haz solo el tramo norte, que es el más completo.
  • Tapas en la zona de San Segundo: Aquí están algunos de los mejores bares para tapear. Prueba las patatas revolconas, la ternera de Ávila y el hornazo. Mis favoritos: El Rincón del Jabugo y La Bodega de San Segundo. Cada consumición con tapa generosa, como debe ser.

Día 2: Conventos, miradores y rincones con encanto

  • Convento de Santa Teresa: Imprescindible para entender la historia de la ciudad. La iglesia se construyó sobre la casa natal de la santa y el ambiente es especial, incluso si no eres religioso.
  • Monasterio de Santo Tomás: A las afueras del centro, pero se llega andando en 15 minutos. Tiene tres claustros y un retablo espectacular. Además, suele haber menos gente.
  • Mirador de los Cuatro Postes: Cruza el puente sobre el río Adaja y sube al mirador. Las mejores vistas panorámicas de la muralla y la ciudad. Ideal para fotos (sin postureo, palabra).
  • Barrio judío y calles con historia: Callejea por la zona de la calle de la Vida y la Muerte, uno de los rincones más auténticos. Aquí se respira la Ávila de siempre, lejos de los grupos de turistas.
  • Comida con sabor local: Para comer, busca un menú de cuchara: judías del Barco, chuletón de Ávila o sopa castellana. Sitios recomendados: El Almacén (si quieres darte un capricho con vistas) o Casa Guillermo (más tradicional y sin pretensiones).

¿Qué ver cerca de Ávila si tienes algo más de tiempo?

Si te sobra alguna hora, acércate a Sonsoles, un santuario con vistas a la ciudad y ambiente muy local, o haz una ruta por la Sierra de Gredos, a menos de una hora en coche. En primavera y otoño es una gozada para senderismo y pueblos con encanto como Arenas de San Pedro o Mombeltrán.

Consejos prácticos para tu escapada a Ávila

  • Clima: Ávila es fría, incluso en primavera. Mete abrigo y bufanda, sobre todo si sales por la noche.
  • Calzado cómodo: Las cuestas y el adoquinado pasan factura. Olvídate de los zapatos nuevos.
  • Reserva alojamiento con tiempo: El centro se llena en puentes y fines de semana. Busca hostales familiares o pequeños hoteles dentro de la muralla para vivir la experiencia completa.
  • Horarios de bares y restaurantes: Aquí se come pronto y la cocina cierra antes que en Madrid. No apures mucho si quieres cenar bien.
  • Compra y recuerdos: Llévate yemas de Santa Teresa, el dulce típico. Las de La Flor de Castilla son las más famosas, pero cualquier pastelería tradicional acierta.

Preguntas frecuentes sobre visitar Ávila en dos días

  • ¿Se puede ver Ávila en un día? Sí, pero irás a la carrera. Dos días te permiten disfrutar sin prisas y conocer rincones menos turísticos.
  • ¿Es Ávila accesible para personas con movilidad reducida? El centro histórico tiene cuestas y adoquines, pero la muralla cuenta con accesos adaptados y muchos monumentos son visitables con silla de ruedas.
  • ¿Dónde aparcar en Ávila? Mejor aparcar en los parkings públicos junto a la muralla (El Grande, Leandro Ruiz) y moverse andando.
  • ¿Qué platos típicos hay que probar? No te vayas sin probar el chuletón de Ávila, las patatas revolconas, las judías del Barco y las yemas de Santa Teresa.
  • ¿Cuándo es la mejor época para visitar Ávila? Primavera y otoño son ideales: menos frío y menos turistas, pero la ciudad tiene encanto todo el año.

En resumen, Ávila es una escapada redonda para dos días: historia, buena mesa y un ritmo tranquilo que se agradece. Si te animas, cuéntame qué tal la experiencia y si descubres algún rincón nuevo, ¡compártelo!

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