Cuando uno piensa en escapadas rurales cerca de Salamanca, la Sierra de Francia aparece siempre en las quinielas. Y con razón. Aquí se esconden pueblos medievales que parecen detenidos en el tiempo, rutas entre bosques de castaños y miradores de los que no quieres irte. Si buscas los pueblos más bonitos de la Sierra de Francia para tu próxima aventura, atento: te cuento cuáles merecen la pena de verdad, cómo llegar, qué ver y algún consejo de esos que no salen en las guías.
Mogarraz: arte en cada rincón y sabor serrano
Si hay un pueblo que sorprende nada más pisarlo, ese es Mogarraz. Sus calles empedradas y casas de piedra con entramados de madera conservan el aire auténtico de la sierra. Pero lo que lo hace único son los retratos en las fachadas: más de 400 rostros de vecinos cuelgan de las paredes, un homenaje vivo a su gente. Pasear por Mogarraz es como caminar por una galería de arte al aire libre.
No te vayas sin probar el embutido local (el jamón es de otro planeta) y asomarte al mirador de la iglesia. Si puedes, quédate a dormir en una de sus casas rurales: el silencio de la noche aquí es un lujo.
La Alberca: la joya con más fama (y razones para ello)
Hablar de los pueblos más bonitos de la Sierra de Francia y no mencionar La Alberca sería un crimen. Es el primero de España declarado Conjunto Histórico-Artístico y, aunque suele estar más concurrido, tiene motivos de sobra. Sus balcones llenos de flores, la Plaza Mayor con soportales, las fuentes de granito y las callejuelas laberínticas invitan a perderse cámara en mano.
Recomendación de amigo: madruga para disfrutarlo sin agobios y acércate a la Ermita de San Marcos para tener la mejor vista panorámica del pueblo. Y si te coincide, el mercado de los lunes es puro ambiente serrano.
San Martín del Castañar: castillo, plaza de toros y río
San Martín del Castañar es de esos lugares que parecen salidos de un cuento. Su castillo medieval, que hoy alberga un centro de interpretación, domina el paisaje. Justo al lado, una pequeña plaza de toros cuadrada, excavada en la roca, te deja con la boca abierta. Y si te apetece un baño, el río Francia tiene una zona de piscinas naturales perfecta para refrescarse en verano.
Si te gusta el senderismo, desde aquí sale una ruta circular preciosa que conecta con Sequeros y Las Casas del Conde, pasando entre bosques de robles y castaños centenarios.
Sequeros: miradores, teatro y tranquilidad
Sequeros es menos conocido, pero tiene una energía especial. Pasea por su casco antiguo, acércate al Teatro León Felipe (sí, un teatro en mitad de la sierra) y sube al mirador de la Peña de Francia para unas vistas de postal. Aquí se respira calma y autenticidad, ideal si buscas desconectar y disfrutar de la vida a otro ritmo.
En otoño, los alrededores se tiñen de colores espectaculares y los senderos se llenan de setas. Los restaurantes de Sequeros son apuesta segura para probar hornazo o cabrito asado.
Miranda del Castañar: murallas, vino y vistas de vértigo
Miranda del Castañar es otro imprescindible de la Sierra de Francia. Su muralla medieval, perfectamente conservada, rodea el casco histórico como si custodiara un tesoro. Camina por el adarve, visita la antigua cárcel y déjate caer por alguna de sus bodegas para catar vino de la Sierra. Desde el Castillo de los Zúñiga tienes una panorámica brutal del valle.
Si te gusta la fotografía, el atardecer desde la puerta sur de la muralla es de los que se graban en la memoria.
Consejos prácticos para recorrer los pueblos de la Sierra de Francia
La mejor forma de moverse por la Sierra de Francia es en coche. Las carreteras son estrechas y con curvas, pero el paisaje compensa cada kilómetro. Si puedes, evita los fines de semana de verano y los puentes: así disfrutarás los pueblos sin aglomeraciones.
Reserva alojamiento con antelación, sobre todo en La Alberca y Mogarraz. Muchos hostales y casas rurales son pequeños y se llenan rápido. Lleva calzado cómodo para callejear y, si vas a hacer rutas de senderismo, consulta el tiempo: aquí el clima puede cambiar en un suspiro.
No olvides probar productos locales: queso de cabra, miel, vinos de la zona y, por supuesto, el jamón ibérico. Y si vas en otoño, pregunta por las jornadas micológicas: la Sierra de Francia es paraíso para los amantes de las setas.
Preguntas frecuentes sobre los pueblos más bonitos de la Sierra de Francia
¿Cuáles son los pueblos imprescindibles para una escapada corta?
Si tienes solo un fin de semana, céntrate en La Alberca, Mogarraz y Miranda del Castañar. Están cerca entre sí y condensan lo mejor de la zona: arquitectura tradicional, buena gastronomía y ambiente serrano.
¿Cómo llegar desde Salamanca?
Desde Salamanca, toma la A-62 hasta Béjar y luego la SA-201 o la SA-220 según el pueblo que elijas. En general, en poco más de una hora te plantas en pleno corazón de la Sierra de Francia.
¿Hay rutas de senderismo recomendadas entre los pueblos?
La ruta circular Mogarraz-La Alberca es muy popular y sencilla, ideal para una mañana. También la que une San Martín del Castañar con Sequeros y Las Casas del Conde. Todas están bien señalizadas y ofrecen paisajes de escándalo.
¿Se puede visitar la Peña de Francia desde estos pueblos?
Sí. La Peña de Francia, con su santuario en lo alto, es la excursión estrella. Se accede en coche desde La Alberca o El Cabaco, pero también hay rutas a pie para los más valientes. Las vistas desde arriba son de las mejores de Castilla y León.
Un último consejo de viajero
No te dejes engañar por el tamaño de estos pueblos: cada uno esconde rincones, historias y sabores que no se olvidan. Tómate el viaje con calma, sal de las rutas marcadas, charla con los vecinos y déjate llevar. La Sierra de Francia tiene magia, pero solo se revela a quien sabe mirar despacio. Palabra de viajero.