Si tienes solo 48 horas para descubrir Oporto, olvídate de las prisas y las listas interminables. Esta ciudad portuguesa tiene un encanto que se saborea despacio, pero con un poco de planificación puedes exprimir cada momento. Desde sus calles empedradas hasta las bodegas junto al río Duero, pasando por una gastronomía que no decepciona, te cuento cómo organizar un viaje a Oporto en dos días para que vuelvas con ganas de más, sin perder tiempo en lugares que no merecen la pena.
¿Cómo moverse por Oporto en dos días sin complicaciones?
Oporto es una ciudad compacta, perfecta para patear a pie. La mayoría de los puntos de interés están a un paseo razonable entre sí, especialmente en la zona de la Ribeira y el centro histórico. Eso sí, lleva calzado cómodo porque las calles son empedradas y con cuestas. Para distancias más largas, el tranvía y el metro funcionan bien y son económicos. Si llegas al aeropuerto, el metro te deja en el centro en unos 30 minutos por menos de 3 euros. Evita taxis salvo que vayas cargado o sea muy tarde, porque no son baratos y el tráfico puede ser caótico.
Qué ver en Oporto en 48 horas: rutas con alma y sin agobios
Empieza el primer día en la zona de la Ribeira, junto al río Duero. Aquí se siente el pulso auténtico de la ciudad, con bares, terrazas y el bullicio de los barcos. Pasea por el puente de Luis I, sube a la parte alta para disfrutar de las vistas y no te pierdas la Iglesia de San Francisco, una joya barroca que sorprende por dentro. Por la tarde, cruza al barrio de Vila Nova de Gaia para visitar alguna bodega de vino de Oporto. Las visitas guiadas incluyen cata y explican todo sin tecnicismos, ideal para entender por qué este vino es tan especial.
El segundo día, dedícalo a explorar la parte más moderna y artística de Oporto. La Librería Lello es parada obligatoria, pero ve temprano para evitar colas. Cerca está la Avenida dos Aliados, con sus edificios imponentes y cafés históricos. Si te apetece algo diferente, el Mercado do Bolhão es perfecto para ver la vida local y probar productos frescos. Para terminar, sube al Jardín del Palacio de Cristal, un oasis con vistas panorámicas y un plan relajante antes de despedirte de la ciudad.
¿Dónde comer en Oporto para probar la auténtica cocina portuguesa?
Oporto no es solo vino, también es un destino gastronómico que merece la pena descubrir con calma. Para desayunar, prueba una “tosta mista” con un café en alguna cafetería tradicional como Café Majestic, donde el ambiente te traslada a otra época. A mediodía, busca una “francesinha”, el plato estrella local: un sándwich contundente con carne, queso fundido y salsa picante. El Café Santiago es uno de los mejores sitios para probarla sin complicaciones.
Si prefieres algo más ligero, el bacalao a la brasa o el pulpo a la gallega son apuestas seguras en casi cualquier restaurante típico. Para cenar, busca una taberna en la zona de la Ribeira o en la Rua das Flores, donde además de buena comida el ambiente es auténtico y relajado. No te olvides de acompañar tus comidas con un buen vino de Oporto o un “vinho verde”, fresco y perfecto para el verano.
¿Cuál es la mejor zona para alojarse en Oporto durante una escapada corta?
Para un viaje de dos días, lo ideal es alojarse en el centro histórico o en la Ribeira. Así estarás a un paso de los principales atractivos y podrás moverte a pie sin complicaciones. Hay opciones para todos los bolsillos: desde hostales con encanto hasta hoteles boutique con vistas al río. Si buscas algo más tranquilo y con estilo, la zona de Cedofeita ofrece un ambiente bohemio y menos turístico, con cafés y tiendas locales donde sentirte como un habitante más.
Reservar con antelación es clave, sobre todo en temporada alta o fines de semana, porque Oporto se llena rápido. Yo suelo usar plataformas que permiten cancelación gratuita y leer opiniones reales para evitar sorpresas. Un consejo: si quieres ahorrar, evita alojarte justo en la Ribeira, donde los precios suben y el ruido puede ser un problema por la noche.
¿Qué llevar en la maleta para un fin de semana en Oporto?
Oporto tiene un clima bastante suave, pero el tiempo puede cambiar rápido, especialmente en primavera y otoño. Lleva siempre una chaqueta ligera impermeable y calzado cómodo para caminar. Si vas en verano, no olvides protección solar y algo fresco para las noches, que pueden ser templadas pero húmedas. Un adaptador de enchufe europeo no te hará falta, ya que Portugal usa el mismo sistema que España.
Por último, no cargues con demasiadas cosas. Dos días dan para mucho pero también para moverte ligero y disfrutar sin estrés. Lleva una mochila pequeña o bolso cómodo para llevar tu cámara, botella de agua y algún snack, porque la mejor forma de descubrir Oporto es caminando y parando donde te apetezca.
¿Vale la pena reservar tours guiados en Oporto para un viaje corto?
Si solo tienes 48 horas, un tour guiado puede ser una buena opción para optimizar el tiempo y conocer detalles que no aparecen en las guías. Hay tours a pie que duran 2-3 horas y cubren lo esencial, además de visitas a bodegas con cata incluida. Sin embargo, si prefieres ir a tu ritmo, con un buen mapa o app y un poco de sentido común puedes descubrir lo mejor por tu cuenta.
Mi consejo es reservar un tour para la visita a las bodegas, porque la experiencia gana mucho con un experto que te explique el proceso y te ayude a catar vinos sin prisa. Para el resto, déjate llevar por las calles y el ambiente, que Oporto tiene mucho que contar sin necesidad de guía.